Con globos blancos y oraciones recuerdan al niño de 2 años degollado por su propio padre

CHICAGO, Illinois. Con globos blancos, decenas de personas llegaron este fin de semana a la casa donde residía Mateo García Aguayo en el barrio de La Villita, para honrar la memoria del pequeño de 2 años de edad, quien perdió la vida tras ser degollado por su propio padre.

Familiares y vecinos realizaron este sábado una vigilia y oraciones junto al improvisado altar ubicado fuera de la casa en el oeste de Chicago para recordar al infante y darse fuerzas para soportar la pena.

"Era bien juguetón. A su edad de 2 y algo, casi tres, era bien inquieto y estaba juegue que juegue. A sus primos los quería mucho", contó Juan Cabrera, abuelo materno de Mateo, quien dijo que Mateo era el menor de la familia.

Vecinos y residentes de Chicago también manifestaron su dolor ante el brutal crimen.

"Aunque no los conocía, era una criaturita inocente. Me da mucha tristeza", dijo María Terriques, una vecina.

"Tengo un recién nacido y de verdad a cualquier padre esto le afecta mucho", dijo por su parte Miguel Colula, quien viajó desde Midlothian, Illinois, poblado a unas 24 millas al sur de Chicago, para estar presente.

El viernes pasado, Rolando Ortiz, de 37 años de edad, quien ha sido acusado de asesinato en primer grado, compareció en corte y la jueza Mary Marubio le negó el derecho de fianza por considerarlo una amenaza a la seguridad pública de la comunidad.

De acuerdo con la policía, Ortiz confesó a las autoridades haber cometido el crimen tras sentirse frustrado, porque su hijo lo mantenía despierto corriendo por la casa.

Según el Chicago Tribune, Ortiz, trabajaba en un turno de noche en una fábrica y cuidaba de Mateo mientras su esposa trabajaba de día en el mismo lugar y sus dos hijos mayores asistían a la escuela.

Ortiz, según la fiscalía, contó a la policía que se arrodilló sobre el niño para sostenerlo mientras le cortaba la garganta varias veces con un cuchillo que tomó de la mesa de la cocina. Jaime Santini, asistente del fiscal estatal, informó que el acusado incluso volvió a representar el asesinato en video, usando un muñeco para mostrar cómo lo había degollado.

Casi le separó la cabeza del cuerpo

La policía encontró el cuerpo de Mateo a las 1:55 pm del miércoles en una bolsa de basura en el piso de la cocina en el tercer piso de un edificio en el 2700 de South Avers. Las autoridades revelaron que el pequeño sufrió de laceraciones provocadas con arma blanca y que las heridas fueron tan graves que el niño había sido casi decapitado.

De acuerdo con Santini, la autopsia mostró que las heridas eran tan severas que cortaron la columna vertebral y lo único que conectaba a la cabeza con el cuerpo era solamente la piel y algo de tejido blando.

Cuando el padre se dio cuenta de lo que había hecho, el hombre hizo un “tímido” intento de cortarse las muñecas y huyó del lugar. Se cree que tenía intención de irse a México informó la policía.

Mientras escapaba, Ortiz llamó a su esposa al trabajo y no la encontró y fue entonces cuando llamó a su cuñada y le confesó lo sucedido. Ella se puso en contacto con miembros de la familia que vivían cerca y fueron ellos quienes llamaron al 911.

Ortiz fue detenido por el FBI y la Policía del Estado de Illinois después de una parada de tráfico por conducir a exceso de velocidad en el condado de Kankakee, a unas 60 millas al suroeste de Chicago, y fue llevado de regreso a la ciudad para ser interrogado y fue entonces cuando confesó el crimen a la policía.

"(El niño) no tenía la edad suficiente para tomar una decisión equivocada… solo era un niño cuya confianza y seguridad fue traicionada por un hombre al que no debería tener que cuestionar: su padre", dijo Eddie Johnson, superintendente de la policía a los medios.

El sepelio de Mateo será este viernes, pero la familia informó a Univision Chicago su deseo de que este sea un acto privado. La próxima comparecencia en corte de Ortiz será el próximo 15 de marzo.

Con información de Enrique García Fuentes.