AUSTIN, Texas. El nombre de Raúl Meza Jr. ha sido sinónimo de miedo en Texas durante casi cinco décadas. Sin embargo, esta semana, su sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional cierra un capítulo oscuro en la historia criminal del estado de la Estrella Solitaria.
Fin de la era de Raúl Meza Jr.: Justicia alcanza al asesino en serie que evadió consecuencias en Texas
La sentencia a cadena perpetua de Raúl Meza Jr. cierra un capítulo en Texas. Tras décadas de impunidad, su condena simboliza el fin de una era violenta y marca un avance en la justicia local, al tiempo que se reabren casos sin resolver vinculados al asesino en serie.

Meza, de 63 años, se declaró culpable de los asesinatos de Gloria Lofton y Jesse Fraga, lo que llevó a la Corte del Condado de Travis a emitir la condena definitiva.
La captura y sentencia de Meza no solo marca la conclusión de su historial criminal, sino que también simboliza un cambio en las capacidades del sistema judicial de Texas para rastrear y procesar a asesinos en serie: Los crímenes cometidos, por más antiguos que sean, no quedarán impunes.
Justicia tras décadas de crímenes y violencia
Raúl Meza Jr. cuenta con un extenso historial delictivo que se remonta a 1975, cuando fue arrestado por disparar y herir a un hombre durante un robo. Pero su carrera delictiva se tornó aún más violenta en 1982, cuando fue condenado por la violación y asesinato de Kendra Page, una niña de 8 años.
A pesar de la gravedad del crimen, fue liberado tras cumplir 11 años de una condena de 30, debido a un acuerdo de culpabilidad.
En 2019, Meza volvió a cometer un crimen violento al estrangular a Gloria Elizabeth Lofton, de 65 años, en su hogar. La policía lo vinculó con el asesinato de Jesse Fraga, de 80 años, cuatro años después.
Durante su audiencia, Meza se declaró culpable de ambos asesinatos, afirmando que “era demasiado tarde para pedir perdón”.
Un caso que revela la necesidad de reformas
El caso de Meza ha sido un recordatorio de las posibles debilidades del sistema judicial en los años 80 y 90. Su liberación temprana y la reincidencia en crímenes de extrema violencia llevan a una reflexión sobre las políticas de liberación de presos en el estado.
Desde entonces, el sistema ha evolucionado para mejorar el seguimiento de criminales peligrosos y endurecer las sentencias para delitos graves, evitando que se repitan casos como el de Meza.
Las autoridades de Austin, que durante años fueron testigos de cómo Meza eludía a la justicia, ahora destacan que su captura es una victoria para las familias de las víctimas y para la comunidad en general.
La jueza Julie Kocurek, encargada del caso, subrayó que la cadena perpetua sin libertad condicional es una medida necesaria para asegurar que Meza no vuelva a poner en riesgo a la sociedad.
Familias de las víctimas expresan su alivio
Sonia Houston, hija de Gloria Lofton, expresó su alivio al saber que Meza pasará el resto de su vida tras las rejas, pero lamentó que el caso no fuera a juicio, donde el acusado podría haber enfrentado la pena de muerte.
Kevin Page, hermano de Kendra Page, tuvo una opinión similar. “ Solo la idea de que él pueda comer tres comidas al día y respirar aire, mientras nuestros seres queridos están seis pies bajo tierra, y el dolor y sufrimiento que causó a cada uno de nuestros familiares, no fue solo asesinato; fue tortura para cada víctima”, comentó con evidente indignación.
La captura y condena de Raúl Meza Jr. representan no solo la culminación de un esfuerzo policial, sino también una lección sobre la importancia de mantener una vigilancia constante sobre criminales reincidentes.
Austin, que durante años convivió con el temor de tener a un asesino en serie en libertad, ha visto cómo la perseverancia de las familias ha logrado lo que en su momento parecía imposible: Hacer justicia.
Con su caso cerrado, queda la opción de que l a revisión de casos sin resolver aporte nuevas respuestas y cierre más heridas abiertas. La justicia, aunque tardía, ha llegado para Raúl Meza Jr., y con ella, el fin de una era de violencia e incertidumbre en Texas.










