Las autoridades mexicanas localizaron el cuerpo sin vida de Carlos Ontiveros, el joven estadounidense al que buscaban desde el pasado 24 de abril en Tijuana, México. El caso trascendió porque la víctima es hijo de Diana Loza, la exfiscal que buscaba a personas desaparecidas en esa ciudad fronteriza.
Lo identificaron por sus tatuajes: encuentran muerto a Carlos Ontiveros, el hijo de una exfiscal que atendía casos de desaparecidos en Tijuana
Carlos Ontiveros estuvo desaparecido durante 11 días, desde el pasado 24 de abril, en la localidad fronteriza. Hace unos años su madre trabajó en la Fiscalía de Baja California y atendía los casos de personas que buscaban a sus seres queridos.

De acuerdo con la Fiscalía de Baja California, el cadáver de Ontiveros, de 21 años, fue localizado al filo de la noche del pasado viernes en una zona poco habitada de la colonia Mariano Matamoros Sur.
“El cuerpo sin vida fue encontrado en avanzado estado de descomposición, por lo que ya se está trabajando en el perfil genético”, indicó la dependencia en un comunicado, en el cual señala que lograron identificarlo gracias a sus tatuajes.
En su ficha de búsqueda se menciona que el joven se había tatuado la palabra “Amen” en los dedos de una de las manos, dos aves en el cuello y en los antebrazos los rostros de una mujer y un hombre.
Hasta el momento no se ha revelado la causa de muerte, ni los perfiles de los sospechosos.
En su página de Facebook el colectivo Todos Somos Erick Castillo también confirmó el fallecimiento. “Pedimos oración por su familia para que encuentren la paz y el consuelo que en estos momentos necesitan y poco a poco la resignación en su corazón”, se lee en un mensaje.
“Carlos, tu madre desde las primeras horas te buscó y luchó tras tu desaparición. Siéntete orgulloso de ella. Descansa en paz”, concluye la publicación.
Ontiveros fue visto por última vez la noche del sábado 22 de abril. Se fue en un vehículo Nissan Sentra color blanco con placas de California y le perdieron el rastro.
“Era mi peor miedo, que pasara esto”, dijo entre lágrimas su madre Diana Loza, quien la semana pasada convocó a la prensa para contar su tragedia y pedirle ayuda al público para encontrar a su hijo. Años atrás, cuando trabajaba en la Fiscalía estatal, a ella le tocó atender los penosos casos de personas que buscaban a sus seres queridos.
“Cuando trabajas en fiscalía y ves tantas cosas malas que ocurren en tu ciudad siempre tienes miedo de que te pase a ti, es tu peor temor”, dijo Loza a los reporteros, sosteniendo la foto en la que su hijo.
Loza mejor que nadie sabía a lo que se enfrentaba. “Yo sé que los recursos son muy limitados… se nos están acabando las horas y las probabilidades de encontrarlo con vida van disminuyendo”, suplicó.
Loza, una abogada, también pidió ayuda al Consulado de Estados Unidos en Tijuana.
La mujer dijo a los periodistas que su hijo había ido a visitar a unos amigos en El Florido, una zona ubicada en el este de Tijuana. Desde hace un año, el joven vivía de manera independiente en esa localidad fronteriza. Loza contó que hizo un trato con él antes de la mudanza: que todos los días estuvieran en contacto a través de llamadas y mensajes de WhatsApp. Por eso le pareció muy extraño que no tuvieran comunicación durante un día. Fue porque el celular de su hijo estaba apagado.
“A lo que yo más le temía en la vida se hizo realidad”, expresó Loza con lágrimas la semana pasada, cuando aún tenía confianza de localizarlo con vida. “Lo que yo más amo en mi vida es a mi hijo… Yo lo único que quiero es recuperarlo. Donde quiera que esté, quien lo tenga, donde esté. Lo único que quiero es que regrese conmigo… No quiero nada más, nada más. Que vuelva”.
La Fiscalía recalcó que continuará la investigación “para el esclarecimiento de los hechos” y que su unidad de homicidios trabajará con los familiares de la víctima para la plena identificación del cadáver.


