Maestros en otros estados han organizado huelgas, pero en Texas no pueden hacerlo

Este reporte es una traducción de un artículo publicado en inglés por The Texas Tribune.

Maestros en estados alrededor del país se están yendo a paro para protestar el recorte de fondos a la educación pública. Sin embargo, una ley en Texas frena las discusiones sobre la posibilidad de que los educadores texanos se sumen a las huelgas.

El estatuto indica que cualquier empleado que "se vaya a huelga o participe en un paro laboral organizado contra el estado o una subdivisión política del estado" perderá todos sus "derechos de servicio civil, derechos de reempleo y cualquier otro derecho, beneficio y privilegio del que el empleado disfrute como resultado del empleo público".

Aunque apoyan las movilizaciones en otros estados, varias asociaciones de maestros de Texas están aconsejando a sus miembros que se abstengan de abandonar sus aulas e irse a paro. Hacer eso, dicen los defensores, podría resultar en la revocación permanente de sus certificados de enseñanza y los beneficios del Sistema de Jubilación de Maestros.

"Los maestros en Texas tienen una pensión", dijo Paul Tapp, abogado administrativo de la Asociación de Educadores Profesionales de Texas. "Esa es una ventaja que tienen debido a su empleo público, por lo que siempre hemos advertido a los maestros que cuando se trata de ir en huelga , existe un riesgo más allá de perder sus trabajos ".

Las manifestaciones comenzaron el mes pasado en West Virginia cuando educadores de todo el estado participaron en una huelga de nueve días que finalizó después de que el gobernador Jim Justice, un republicano, firmara un proyecto de ley que aprobó un aumento salarial del 5% para los empleados estatales.

Demostraciones similares pronto siguieron en Kentucky y Arizona. Incluso después de que los legisladores de Oklahoma aprobaron un proyecto de ley que les da a los maestros un aumento salarial anual de 6,100 dólares, los educadores dijeron que están dispuestos a luchar "hasta que el infierno se congele" por un salario más alto y un mayor financiamiento para la educación.

Los maestros de Texas están sintiendo la presión de la falta de fondos estatales para la educación pública. Durante el año fiscal 2008, el estado cubrió aproximadamente el 48.5% del costo de la educación pública, según la Junta Legislativa del Presupuesto. Para el año fiscal 2019, apoyará más cerca del 38%. Y los educadores han expresado durante mucho tiempo sus quejas sobre fondos inadecuados para las escuelas públicas, que muchos argumentan recortes en sus salarios. En 2016, ganaron aproximadamente 6,500 dólares por debajo del promedio nacional para el pago de maestros.

"Dicen que no te metas con Texas, pero yo digo que no te metas con los maestros de Texas", dijo Hugh Brady, profesor de derecho de la Universidad de Texas en Austin. "Se les ha estirado tanto que están en el punto de ruptura".

Los expertos dicen que una de las razones por las cuales el estatuto sigue vigente es para ayudar a diferenciar a los empleados públicos, que son financiados con dinero de los contribuyentes, de aquellos que trabajan en el sector privado. También tiene como objetivo garantizar que el gobierno funcione en todo clima económico. Algunos defensores del estatuto dicen que ayuda a asegurar que los maestros estén en el aula durante el día escolar.

"El objetivo es asegurarnos de que no tengamos el tipo de interrupciones que constituirían un perjuicio para el día escolar y el año escolar. Por lo tanto, la atención se centra en los estudiantes", dijo el senador estatal republicano Kel Seliger, de Amarillo. "Los maestros deben estar en el aula. Las expresiones públicas de opinión son muy importantes... Si los profesores quieren manifestarse, deben demostrarlo, pero no debe interferir con el día escolar".

La ley no se extiende a individuos que se manifiestan, solo aquellos que "actúan en concierto con otros en un paro laboral organizado".

"Cuando los maestros vienen al Capitolio lo hacen, en general, en su propio tiempo", dijo Ed Sills, vocero de la AFL-CIO de Texas. "Si observan cualquier sesión legislativa, hay dos semanas en las que los maestros tienen una gran presencia en el Capitolio: las dos semanas de vacaciones de primavera".

Pero incluso si los maestros de Texas protestaran ahora, los legisladores no están presentes para responder a sus demandas.

"No hemos recibido ninguna indicación de que nuestros miembros o maestros en Texas se estén preparando para la huelga", dijo Clay Robison, vocero de la Asociación de Maestros del Estado de Texas. "Incluso si lo fueran, la Legislatura no está en sesión. Entonces, básicamente, ¿de qué serviría?".

Los expertos coinciden en que, cuando se trata de la ley de Texas, la definición de suspensión laboral no es clara. "No ha habido suficientes casos en Texas para que alguien diga qué es o qué no es un 'paro laboral organizado'", dijo Brady. Esa incertidumbre ha dejado frustrados a los maestros de Texas.

"No poder ir a la huelga me hace sentir que los educadores no tienen voz en la forma en que la Legislatura ha manejado nuestro sistema de pago y jubilación", dijo Christine Mauer, una asistente de instrucción del Distrito Escolar Independiente de Leander. "Dice mucho sobre cómo se sienten los legisladores y los supuestos 'representantes de la gente' sobre la educación pública cuando continua y sistemáticamente no financian adecuadamente nuestro sistema educativo. El futuro de nuestro estado está en manos de los educadores en este estado".

"Entiendo el sentimiento detrás de no permitir que los empleados públicos se pongan en huelga. Al mismo tiempo, es frustrante porque no tenemos poder de negociación alguno", agregó Jeff Stanglin, instructor del gobierno de Kilgore College. "En un estado como Texas, que tradicionalmente no ha priorizado la educación pública, estamos a la voluntad de los líderes en Austin quienes han recortado fondos en repetidas ocasiones para la educación".

Hay otros caminos que los maestros pueden utilizar si quieren protestar, como ponerse en contacto con sus legisladores o escribir en el periódico local, dijo Brady.

También pueden testificar en el Capitolio. Varios maestros aprovecharon la oportunidad durante la sesión legislativa del año pasado para oponerse a un proyecto de ley sindical, que habría terminado con la práctica del estado de cobrar cuotas para ciertos sindicatos de empleados públicos a través de deducciones automáticas de nómina. El proyecto de ley falló durante las sesión legislativa regular y especial.

Texas no es el único estado con leyes en contra de las huelgas. Florida y Carolina del Norte también prohíben irse a paro a sus empleados públicos. La ley de Oklahoma prohíbe a los sindicatos de docentes declararse en huelga o amenazar con realizar una huelga "como medio para resolver las diferencias con la junta educativa". Y en Kentucky, donde las huelgas de los empleados de la escuela son ilegales, los docentes están utilizando sus días de enfermedad para protestar.

En lugar de irse a huelga, las asociaciones de docentes de Texas les piden a sus miembros que hagan oír sus voces en las urnas. Un impulso muy publicitado para que los maestros votaran durante las primarias del 6 de marzo terminó con cifras decepcionantes para los defensores de la educación, pero argumentan que están trabajando para aumentar la influencia política en los próximos ciclos electorales.

"En lo que estamos enfocados es en las elecciones. Estamos exhortando a nuestros miembros, y a todos los demás educadores, a que salgan a votar y voten por candidatos que apoyan la educación ", dijo Robison, vocero de la Asociación de Maestros del Estado de Texas. "Vote por los candidatos que votarán para aumentar los fondos, disminuir las pruebas y votar en contra de los vales (escolares)".

"Lo que la Legislatura escuchará este año son los votos", agregó.

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