AUSTIN, Texas.- Rachel Cooke tenía 19 años cuando salió a trotar cuatro millas de la casa de sus padres y nunca regresó. La joven solía correr a diario, pero ese 10 de enero del 2002 no volvió y hasta la fecha se desconoce su paradero.
Salió a correr hace 20 años y nunca regresó: ofrecen $100,000 por pistas que lleven a Rachel Cooke
La joven solía correr a diario, pero el 10 de enero del 2002 no volvió a su casa. Las autoridades investigaron un vehículo y realizaron una excavación, pero aún hay muchos cabos sueltos.

Pese a que los investigadores reciben un flujo constante de pistas sobre su desaparición, al momento ninguna ha rendido frutos.
¿Qué se sabe de la desaparición de Rachel Cooke?
Cooke desapareció después de salir a correr cerca de la casa de sus padres en Georgetown, en el centro de Texas. La joven estaba de vacaciones de invierno desde San Diego Mesa College en San Diego, California.
Las autoridades creen que Cooke salió de la residencia de su familia aproximadamente a las 9:30 a.m. y fue vista por última vez caminando en Neches Trail. Cooke vestía un conjunto deportivo gris, sujetador deportivo verde, zapatillas deportivas Asics y un Walkman amarillo con auriculares de estilo deportivo.
La madre de la joven, Janet Cook, dijo que cuando su hija no llegó a casa esa noche, pensó que había salido con amigos, pero estaba preocupada porque había dejado su bolso. Su desaparición atrajo la atención nacional.
En abril de 2018, un Pontiac Trans Am blanco de 1998 fue incautado en el área de Dallas. Para aquel momento, se pensó que estaba conectado con el caso. Sin embargo, meses más tarde en los investigadores indicaron que no encontraron evidencia.
Un año más tarde, los investigadores realizaron una excavación y revisaron una casa al obtener una posible pista, pero tampoco rindió frutos.
Según la reciente información, los investigadores no tienen ADN o pistas concretas que conduzca a un sospechoso en el caso. En una entrevista con el diario Austin-American Statesman, la madre de Cooke dijo que solo quiere recuperar a su hija.
"Solo quiero los restos de Rachel. No me importa quién lo hizo. Antes de morir, quiero enterrar a mi bebé”, dijo la mujer de 65 años para el diario.
Autoridades ofrecen recompensa
Ante la falta pistas que den información concreta sobre su posible paradero, el FBI y la familia Cooke ofrecen una recompensa de $100,000.
La joven medía 5 pies y 3 pulgadas de alto, pesaba 115 libras y tenía ojos azules y cabello rubio. También tenía dos cerezas en forma de corazón tatuadas en su pie izquierdo cerca del dedo meñique, múltiples perforaciones en las orejas y una perforación en el ombligo.
Hasta el momento, autoridades no tienen a una persona vinculada con el caso y la familia espera con ansias saber qué fue lo que le ocurrió a Rachel Cooke hace 20 años.










