ATLANTA, Georgia. El uso irracional de medicamentos no recetados por un médico puede generar graves riesgos a la salud del paciente, además de la posibilidad de anular los efectos de otros fármacos, generando resistencia e incrementando el riesgo de morir.
La falta de estatus legal y no saber inglés obligan a inmigrantes a automedicarse
La automedicación se ha convertido en una mala practica entre inmigrantes que temen acudir a los hospitales ante la falta de un estatus legal, sumado a las limitaciones que representa no poder comunicarse en inglés.

Para algunos inmigrantes, la falta de “papeles” y la posibilidad de comunicarse en inglés creen que la automedicación es la única salida; un grave error opinan los expertos.
Katherine Laparra quien presentó síntomas del coronavirus asegura que no fue recibida en el hospital, manifestó que la única recomendación fue que regresara a su casa, le informaron que posteriormente sería contactada por las autoridades regionales de salud.
“Que me iban a hablar del departamento de salud, pero a mí no me llamó nadie”, dijo Laparra, quien además agregó que, decidió compartir los síntomas del coronavirus con remedios caseros y medicamentos que tenía en casa recomendado por su médico primario a través de una llamada telefónica.
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Patricia Hernández especialista en salud, aseguró que desde su experiencia personal, las autoridades no tienen una supervisión constante ni hacen seguimientos a los casos en particular lo que representa un grave error.
Hernández asegura que automedicarse puede empeorar los cuadros de salud de las personas y conducirlo a la muerte, “no sé automedique, solo hidratarse y consultar con sus médicos”.
La OMS advierte que la automedicación es dañina y en el caso específico del COVID-19, las formas más eficaces de protegerse es lavándose las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de seis pies entre las personas.


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