FILADELFIA - La hondureña Suyapa Reyes y sus cuatro hijos pronto podrán salir de la iglesia donde se refugiaban en Filadelfia desde hace un año y medio, sin temor a la deportación.
Familia hondureña refugiada en iglesia santuario en Filadelfia no será deportada
Suyapa Reyes pasó 554 días en el santuario, en el 2018 perdió un caso de asilo y cada quince días comenzó a recibir visitas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en las que amenazaban con separarla de sus hijos.

En 2018, Reyes, quien es madre soltera, buscó refugio en la Primera Iglesia Metodista Unida de Germantown con la ayuda del Movimiento Nuevo Santuario.
La mujer entró al santuario en la iglesia el mismo día que Clive y Oneita Thompson, otra familia proveniente de Jamaica, pero ellos permanecen en la iglesia.
Después de que Reyes perdió su caso de asilo en 2018, dijo que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas comenzó a realizar controles quincenales con su familia y amenazó con separarla de sus hijos.
Reyes expresó que vino a Estados Unidos en 2014 con sus dos hijas para escapar de la violencia en Honduras. Luego tuvo dos hijos más, que son ciudadanos estadounidenses.
Reyes dijo que está feliz porque, después de 554 días en el santuario, ahora tiene libertad y ha esperado este momento durante mucho tiempo. Ella está feliz por irse, pero hay otras familias que siguen en esa situación y es que Suyapa entró al santuario en la iglesia el mismo día que Clive y Oneita Thompson, otra familia proveniente de Jamaica, pero ellos permanecen en la iglesia.
Oneita y Clive llegaron a Estados Unidos desde Jamaica hace 15 años huyendo de la violencia de pandillas. Tienen siete hijos, dos de los cuales son ciudadanos. Perdieron su caso de asilo y ahora se enfrentan a ser separados de sus siete hijos. La pareja con dos de sus hijos han perdido sus casos de asilo. Actualmente, continúan en santuario para detener su deportación.
Asimismo, el 3 de diciembre de 2017, Carmela Apolonio-Hernández llegó al programa que dirige el Movimiento Nuevo Santuario en Filadelfia.
Ella y sus hijos, Edwin, Yoselin, Keyri y Fidel, recibieron una orden familiar de deportación después de que su solicitud de asilo fuera denegada. Llegaron a Estados Unidos huyendo de la violencia de las guerras por narcotráfico en México, que cobraron la vida de tres de sus familiares más cercanos y llevaron al asalto físico de ella y su hija mayor.
Si Carmela y sus hijos son deportados, sus vidas estarán en peligro inminente.
Filadelfia y sus políticas de santuario han sido un tema de debate nacional.
El estatus actual de “santuario” de Filadelfia, o ciudad de la “cuarta enmienda” la ubica en una situación particular ya que el alcalde Kenney sostiene que no cambiará la política de la ciudad frente a las detenciones de ICE.
Un juez federal dictaminó en junio de 2018 que la administración Trump no puede cortar las subsidios a Filadelfia por la manera en que la ciudad trata a los inmigrantes.
El juez de distrito de Estados Unidos Michael Baylson argumentó en su fallo que las condiciones que el gobierno federal impuso a la ciudad para recibir el financiamiento son inconstitucionales, "arbitrarias y caprichosas".
El togado precisó que las políticas de Filadelfia eran razonables y apropiadas.
Los requisitos federales incluyen permitir a los agentes de Inmigración y Aduanas el acceso a las cárceles para entrevistar a personas que consisderen, proporcionar un aviso previo de liberación de esas personas y seguir las reglas que prohíben las restricciones a la divulgación del estado de inmigración de cualquier individuo.
Filadelfia, es la ciudad santuario más poblada y de mayor extensión en el estado de Pensilvania.
Otras localidades del estado con políticas defensoras de los inmigrantes son Chester, Delaware, Lehigh, Montgomery y Abington.














