La historia de las votaciones en Georgia tienen un pasado que no olvida, pues fue precisamente en 2018 cuando hicieron largas filas por horas en los puestos de votación, cientos de personas fueron eliminados arbitrariamente de las listas de votantes, lo que los obligó a completar boletas provisionales difíciles de entender el día de las elecciones. Este antecedente impulsó la votación anticipada (early voting).
La historia de supresión de votantes de Georgia impulsa una votación anticipada histórica
Los cambios demográficos en los suburbios de Atlanta y el entusiasmo entre los votantes por primera vez pueden dar el cambio en Georgia y volver azul el estado. Más de 2.7 millones de personas ya votaron.

Los georgianos se cansaron de eso y los sitios de votación anticipada se han visto abarrotados de personas de todas las razas, principalmente afroestadounidenses que no quieren repetir la historia, los que no quisieron votar y los que no pudieron hacerlo vieron como la demócrata Stacey Abrams perdió la carrera para gobernadora por menos de 60,000 votos, entonces lamentaron lo que ocurrió.
En vallas publicitarias a lo largo de la I-85 y la I-20 animan a los residentes de Atlanta a “VOTAR TEMPRANO”.
Según un reporte de Político, durante las elecciones primarias de junio se vivió un poco de lo mismo en los condados metropolitanos de Atlanta que se diversifican rápidamente, como Fulton y Cobb, los tiempos de espera se extendieron hasta seis horas después de que consolidaron centros de votación por la pandemia. Las nuevas máquinas de votación electrónica del estado también funcionaban mal con frecuencia, lo que puso aún más lento el proceso de emisión de votos.
Los votantes entrevistados por Político dijeron que el enojo por las tácticas de represión de votantes percibidas está alimentando su entusiasmo por emitir votos anticipados. Los georgianos están votando en cifras nunca antes vistas en la historia del estado. Desde el 12 de octubre, el primer día de votación anticipada, 2.7 millones de votantes han emitido su voto, un aumento de casi el 110% con respecto a 2016. Más allá de eso, los demócratas están organizando caravanas, se ofrecen como voluntarios como trabajadores electorales y como observadores de elecciones. Este nivel de entusiasmo también es un reflejo de la emoción sobre la elección.
“La cuestión es que esta es la mayor participación, creo, en todo el estado que jamás haya visto. Y eso suele ser una muy buena señal para la democracia. Por quien hayan votado, Georgia ha sido un estado rojo sólido”, dijo a Político LaTosha Brown, originaria de Georgia y cofundadora de Black Voters Matter, que ha movilizado a los votantes afroamericanos en todo el sur.
Agregó: “Es un estado púrpura. Está viendo un cambio rápido en la demografía. Así que no se trata solo de partidismo. Se trata de poder".
Sin embargo, con todo y refuerzos en la primera semana de votación anticipada en las elecciones generales, los georgianos esperaron hasta 11 horas para votar en algunos recintos. Otros entraron y salieron en 10 minutos.
Los funcionarios electorales solucionaron pronto los problemas. El secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, reclutó a 10,000 votantes para trabajar en las urnas. El estado también encargó autobuses equipados con máquinas de votación, lo que permitió la votación desde el vehículo en todo el condado de Fulton y abrió State Farm Arena de 680,000 pies cuadrados con 300 máquinas adicionales.
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