Un recluso condenado a muerte en Arizona tiene dos semanas para decidir si será ejecutado con gas cianuro, el veneno conocido como “Zyklon B” utilizado por los nazis para asesinar a millones de personas en Auschwitz y otros campos de exterminio.
El dilema de Frank Atwood, condenado a muerte en Arizona: ¿Drogas letales o cianuro usado por los nazis?
Abogados de Atwood advierten que la última vez que Arizona usó el gas para ejecutar a dos prisioneros en la década de 1990, provocó muertes espantosas y prolongadas que duraron en un caso 18 minutos.

El martes, la corte suprema de Arizona emitió una orden de ejecución para Frank Atwood que, salvo apelaciones de última hora, lo ejecutará el 8 de junio, de acuerdo con un reporte de The Guardian.
“El prisionero ahora tiene hasta el 19 de mayo para elegir su método de muerte preferido: inyección letal o cianuro de hidrógeno, un gas venenoso que los nazis hicieron famoso como una técnica de asesinato en masa durante el Holocausto”, señala el medio inglés.
Los abogados de Atwood se esfuerzan por persuadir al condenado de que no opte por el cianuro. Señalan que la última vez que Arizona usó el gas para matar a dos prisioneros en la década de 1990, provocó muertes espantosas y prolongadas que duraron en un caso 18 minutos, tiempo durante el cual se observó que el prisionero sufría “agonizante asfixia y arcadas”.
“El cianuro es tan malo como todo el mundo piensa que es, hay una razón por la que los nazis lo usaron: es una forma horrible de morir”, dijo Joseph Perkovich de Phillips Black, miembro del equipo legal de Atwood, a The Guardian.
“Ahora estamos en la posición de tener que disuadir a nuestro cliente de optar por ingresar a una cámara de gas con cianuro, y tenemos 15 días para hacerlo”.
Arizona es el único estado de la unión que tiene una cámara de gas en funcionamiento, aunque siete estados tienen alguna forma de gas letal en sus protocolos de ejecución.
El año pasado, The Guardian reveló que el departamento penitenciario de Arizona había desempolvado su cámara de gas en Florence, que no había sido utilizada durante dos décadas, y había gastado más de $2,000 en la adquisición de los ingredientes del gas cianuro.
La noticia provocó indignación entre los sobrevivientes de Auschwitz en Alemania e Israel.
Ahora Atwood se enfrenta a la elección de morir con este método. Si tomaba la opción del cianuro, se convertiría en la primera persona de este siglo en ser ejecutada con el "gas del Holocausto".
El medio inglés afirma que la difunta madre de Atwood, Alice, provenía de una familia judía en Viena. Huyó de Austria en 1939, escapando de la persecución de la Gestapo y de un posible asesinato en las cámaras de gas nazis.
Perkovich describió la decisión que pesaba sobre su cliente como una elección de Hobson. El protocolo de muerte alternativo permitido por Arizona, la inyección letal, también ofrece la perspectiva de una muerte agonizante y torturante.
La última vez que Arizona llevó a cabo una ejecución, en julio de 2014, se necesitaron casi dos horas para matar a Joseph Wood con un cóctel de drogas letales. El prisionero fue inyectado 15 veces, pero siguió jadeando y tragando saliva un total de 660 veces.
Atwood, de 66 años, fue condenado a muerte por matar a una niña de ocho años, Vicki Lynne Hoskinson, en 1984. Siempre ha afirmado que es inocente del asesinato.








