La Corte Suprema de Estados Unidos ha accedido a escuchar el caso de James McKinney, quien está condenado a pena de muerte en Arizona por cometer varios asesinatos durante un robo en 1991. Los abogados defensores argumentan que no se le dio el debido proceso a McKinney porque el trastorno de estrés postraumático que padece no fue considerado cuando fue sentenciado por primera vez.
Asesinó a dos personas hace 28 años y la Corte Suprema evalúa no ejecutarlo por estrés postraumático
Los abogados defensores aseguran que James McKinney fue abusado física, emocional y verbalmente cuando era niño, causando un trastorno de estrés postraumático que lo dejó "susceptible a la manipulación y a la explotación".
De acuerdo con documentos de la corte, McKinney y su hermanastro, Charles Michael Hedlund, fueron condenados a muerte por un juez del Tribunal Superior del condado de Maricopa por los asesinatos de Christene Mertens, de 41 años, y Jim McClain, de 65 años, durante un robo.
Mertens estaba solo en casa cuando los dos irrumpieron, la golpearon y la apuñalaron y luego le dispararon en la parte posterior de la cabeza. Se llevaron $120. Por su parte, McClain estaba dormido en casa cuando irrumpieron los dos sujetos y le dispararon en la parte posterior de la cabeza. Le quitaron el reloj, tres pistolas y su automóvil, según los registros.
Trastorno por estrés postraumático
Los abogados de James McKinney entregaron registros que demuestran que su cliente fue abusado física, emocional y verbalmente cuando era niño. McKinney, sus dos hermanas y Hedlund compartieron una habitación cubierta de heces con perros, gatos, serpientes, una cabra y un mono, factores que lo llevaron a tener un trastorno por estrés postraumático de por vida.
"McKinney asistió a la escuela con ropa sucia que apestaba a orina por estar en el piso de la habitación con los animales y como resultado fue acosado por otros niños", según los registros judiciales.
Un psicólogo le dijo al tribunal en la sentencia que "el trastorno de estrés postraumático de McKinney lo dejó 'susceptible a la manipulación y a la explotación'", de acuerdo con los registros.
Los abogados defensores explican que su cliente empezó a beber alcohol y fumar marihuana alrededor de los 11 años por sus trumas, pero el el juez de la sentencia creía que el TEPT no estaba directamente relacionado con su comportamiento criminal y no calificaba como evidencia atenuante.
La Corte Suprema
Desde que ocurrieron los asesinatos en 1991, las leyes y los procedimientos han cambiado. Las sentencias de muerte ahora están determinadas por jurados y no jueces. Y la prueba utilizada para determinar qué factores atenuantes a considerar ha sido declarada inconstitucional.
La Novena Corte de Apelaciones del Circuito de Estados Unidos dictaminó que la regla del "nexo causal" de Arizona violó la Constitución. La regla requería que cualquier evidencia atenuante, como una enfermedad mental o un trastorno de estrés postraumático, estuviera directamente relacionada con el delito cometido para ser relevante en la sentencia.
En el caso del asesino convicto James McKinney, eso significa que un juez pudo haber otorgado cierta clemencia, y tal vez evitado la pena de muerte, si hubiera sido capaz de considerar el pasado problemático y el abuso de McKinney cuando era niño.
Luego de cuestionarse si había violado las leyes, el caso fue devuelto a la Corte Suprema de Arizona, que decidió en 2018 mantener la sentencia de muerte a pesar de que sus abogados argumentaron que McKinney debería obtener un nuevo juicio de sentencia ante un jurado. Por ello, los abogados de McKinney apelaron ante la Corte Suprema.
Futuras sentencias de muerte
De acuerdo con familiares de víctimas y expertos, el fallo del tribunal superior podría afectar las sentencias de muerte de más de una docena de personas en Arizona y otras más en Estados Unidos.
Según un escrito presentado por el Subprocurador General de Utah, Tyler Green, el fallo de la corte puede afectar no solo a Arizona sino también a las condenas a muerte en varios otros estados como: Utah, Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Luisiana, Nebraska, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur y Tennessee.
La Voz de Arizona para Víctimas del Crimen, una organización sin fines de lucro que brinda apoyo legal a las víctimas, argumentó que enviar el caso de McKinney de vuelta al tribunal de primera instancia pondría en juego los intereses de las víctimas y la sociedad.
"El crimen violento tiene un costo extraordinariamente doloroso para las víctimas", declaró la organización en un informe al tribunal. "Pero el crimen en sí mismo es simplemente el comienzo del daño emocional que sufren las víctimas y sus familias".
El caso de Hedlund fue tratado por separado por los tribunales. El Noveno Circuito revocó la sentencia de Hedlund luego de que sus abogados argumentaran que su cliente tenía un historial de abuso infantil, alcoholismo, trastorno de estrés postraumático, un coeficiente intelectual bajo y otros factores.












