Y finalmente se dio todo lo que deseabas: estás en pareja y te sientes muy a gusto. Solo que a veces tienes esa sensación de que todo es casi perfecto, pero por alguna razón no te sientes cómoda o siempre hay algo que no te deja conforme del todo. Y quizás nunca te lo hayas planteado, pero… ¿eso que sientes es amor? ¿o todo el tiempo estás intentando que tus fantasías y deseos no se derrumben?
Si haces todo esto entonces no estás enamorada, solo quieres mantener tu fantasía

Si últimamente has estado sintiendo que hay algo que falta en tu relación o que siempre hay un motivo por el que no te sientes bien, deberías tomarte un tiempo para reflexionar sobre lo que quieres realmente. Existe la posibilidad de que simplemente estés enamorada de una fantasía.
Antes de conocerlo deseabas estar en una relación
¿Sentiste alguna vez presión por no tener pareja? Cuando el deseo de estar en pareja importa más que el resto es porque no te estás dejando llevar por sentimientos genuinos. Si es así, puede ser que solo te hayas enamorado del deseo de querer estar en pareja, de tanto verlo a tu alrededor y desearlo lo has idealizado.
Piensas más en una futura boda que en lo que construyen cada día juntos
Si la mayoría de tus pensamientos giran alrededor de una posible futura boda y poco piensas en lo que hacen cada día y te hace sentir bien, hay algo que no está funcionando. Eso significa que estás más interesada en las fantasías que siempre tuviste que en la relación en la que estás.

Intentas cambiarlo por todos los medios
Siempre habrá algo que no nos guste del otro, pero eso no significa que intentemos cambiarlo. Si sientes que constantemente buscas que cambie a como te gustaría que fuera es porque aún no tienes claro qué es lo que quieres… ¿quieres estar realmente en una relación? ¿o quieres satisfacer tus fantasías?
Te niegas a terminar la relación
Sientes que algo anda mal desde hace mucho tiempo, pero aún así no estás dispuesta a terminar la relación. Si es así es un claro signo de que estás enamorada de tus fantasías y deseos. Pregúntate qué es lo que quieres realmente (y trata de no mentirte). Lo mejor que puedes hacer es sincerarte contigo misma.

Todos tenemos deseos y no tiene nada de malo tenerlos. El problema surge cuando hacemos de esos deseos nuestra vida, al punto de que vivimos solo para alimentar esa fantasía. Cuando en realidad lo único que necesitamos para ser felices es lograr amar sin expectativas, estando más en el presente que en el pasado y el futuro.
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