El amor es imperfección: así es como las peleas de pareja también nos fortalecen

Al principio creemos que somos muy compatibles con nuestra pareja y que las peleas no son más que discusiones tontas que acaban pronto. Pero cuando comienza la convivencia y nos conocemos mejor con nuestra pareja, empiezan los roces y las verdaderas peleas: es cuando creemos que se acabó la magia.

Pero realmente no es así, que empieces a discutir más con tu pareja  no significa que se dejen de amar. Son dos personas que aunque tienen cosas en común, son muy diferentes y van a tener muchos desacuerdos.

Lo que dicen los expertos

Lo bueno es que estos desacuerdos pueden llevarlos a una mejor relación si aprenden a resolverlos de manera amorosa y asertiva. Los expertos y estudiosos del tema afirman que las peleas sobre cosas tontas siempre dicen la verdadera razón por la que se discute: si es sobre celos, puede ser en realidad sobre madurez o respeto; si es por dinero o trabajo, puede ser poder; si es sobre el trabajo, puede ser el tiempo.

Lo importante es que seas capaz de analizar por qué pelean  con tu pareja y llegar al trasfondo de las discusiones. De esta manera podrán realmente resolver lo que pasa, conocer mejor al otro, aprender a resolver los conflictos y continuar con una relación saludable.

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El niño interior y los dos ganadores

Terapeutas de pareja recomiendan tener una foto del otro cuando era niño en la billetera o monedero, puesto quien realmente nos hiere durante una pelea es el niño interior de nuestra pareja. Así entendemos que se trata de una persona que se desarrolló de cierta manera hasta llegar a nosotros y logramos tener más empatía, y por lo tanto una mejor relación.

Igualmente, pelear en pareja no significa tener que ganar o perder, sino que ambos ganan cuando saben cómo manejar la situación. Encuentren la verdadera razón, dejen salir sus sentimientos (sin violencia) y busquen la reconciliación.

Es así como encontrarán  el gran lado positivo de las peleas, construirán una relación más fuerte y serán capaces de resolver los conflictos: pelear no significa el final del amor.

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