4 acuerdos importantes antes del matrimonio

Uno de los momentos más importantes para toda persona es cuando decide contraer matrimonio, pues en este punto, su vida se transforma por completo, ya que el hecho de convivir con alquien más y compartir espacios que antes eran privados, cambia la perspectiva de la vida por completo.

Sin embargo muchas veces esta decisión se toma a la ligera, en ocasiones en medio de la embriaguez del amor, otras presionados por circunstancias no planificadas con anterioridad, y en ocasiones, son la soledad y el aburrimiento lo que empuja a las personas a tomar la decisión de contraer nupcias.

Pero lo cierto es que hay acuerdos que deberían ser realizados con la pareja antes de dar ese gran paso, pues de esto depende que la convivencia sea armónica y que no haya sorpresas desagradables después.

Mira cuáles son esos temas primordiales que hay que abordar antes de decir: ‘ sí, acepto‘.

Acuerdo # 1: Cómo organizar el presupuesto del hogar

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Este es uno de los aspectos más importantes para tener en cuenta, pues de este depende el bienestar de la pareja, y por el que a veces se inician discusiones que pueden terminar en graves altercados.

Convivir con una persona implica que los gastos del hogar se incrementan en todos las franjas de la economía; servicios públicos, alimentos y víveres van a afectar los fondos personales por lo que es importante que cada uno se organice, calculadora en mano, y de común acuerdo se establezca cuál va a ser el aporte monetario para el sostenimiento del hogar.

En este factor se comienza a ver cómo funciona la relación, pues es una de las pruebas de fuego donde se demuestra qué tan generoso o egoísta se es con el dinero propio, ya que a veces la diferencia entre salarios es notoria.

Acuerdo # 2: Tener o no tener hijos y ¿cuántos?

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Este tema a veces se da por sentado y cuando la pareja lo discute, descubre que tienen opiniones muy distintas; sucede a veces que mientras uno de ellos anhela tener un hijo, el otro no está interesado o por lo menos no en el corto plazo.

Aquí la discusión se mezcla con el ítem del dinero pues traer un hijo al mundo, además de las responsabilidades afectivas, implica también que habrá una boca más que alimentar, vestir y asear lo que obviamente ocasionará que el presupuesto familiar se vea mermado.

Y es que la llegada de un hijo al hogar va a cambiar la vida de ambos, para empezar, en los primeros meses las horas de sueño se van a ver disminuidas mientras el bebé se adapta a las nuevas condiciones y sus padres también aprenden a interpretar sus llantos.

De aquí en adelante,  cada etapa de la vida del niño está llena de sobresaltos, satisfacciones y sinsabores; la etapa escolar, la pubertad y la adolescencia vienen cargados de retos que afectan tanto a papá como a mamá.

El número de hijos es otro punto de discordia entre parejas, por lo que también es recomendable ponerse de acuerdo en este aspecto, pues cada hijo trae consigo nuevas cargas económicas, afectivas y es importante determinar si se está preparado para asumir dicha responsabilidad.

Acuerdo # 3: Cómo repartir las tareas domésticas

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La mujer está ocupando un rol cada vez más preponderante en el mercado laboral y el papel que se le había asignado como ama de hogar se ha ido transformando.

Es por eso que es importante también, antes de decidirse a comprometerse, que la pareja se ponga de acuerdo cómo se van a repartir las tareas domésticas, para que éstas no queden recargadas hacia una sola persona.

Si ambos trabajan, al comienzo puede parecer pesado llegar del trabajo y continuar con las labores de la casa, pero si se postergan los deberes y se dejan acumular, luego la tarea va a ser mucho más extenuante.

Una vez lleguen los hijos y cumplan cierta edad también deberían ser incluidos dentro de las tareas domésticas, para que vayan adquiriendo responsabilidades y de paso aligerar un poco la carga de los padres.

Acuerdo # 4: Cómo lidiar con las manías o vicios de cada uno

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Este es quizás el principal factor de divorcio, pues después de los idílicos meses o años de noviazgo, cuando la pareja decide convivir en un mismo espacio, comienzan a salir todas esas costumbres que se desconocían y que hacen que se vaya perdiendo el encanto.

Cada persona es un mundo lleno de virtudes, caprichos, sueños y costumbres que se han ido fortaleciendo a lo largo del tiempo, hasta convertirse en hábitos personales que son difíciles de cambiar.

La forma de dormir, la cantidad de sal o azúcar que se usa, las rutinas del baño en la mañana, la forma de organizar los muebles, los utensilios de la cocina, los libros y otras minucias son pequeños detonantes que si no se hablan a tiempo se pueden convertir en bombas que estallan con violencia.

Es por eso que es muy importante buscar un momento con la pareja para charlar acerca de todos estos tópicos que hacen parte de la rutina de cada uno, para que una vez comiencen a vivir juntos no se lleven sorpresas.

Y tú, ¿ ya has hablado con tu pareja de estos temas? ¿Crees que quede algún otro tópico pendiente?, cuéntanos tu opinión.