Una familia es como un equipo deportivo, hay quien se destaca por ser líder, hay quien piensa que lo importante es jugar y hay quienes logran que pese a las diferencias entre los jugadores, se logre jugar bien. Nosotros, como padres debemos desempeñar este último papel para lograr que nuestros hijos se lleven bien.
Top 3: Consejos para que nuestros hijos se lleven bien

Es muy difícil establecer normas que sirvan para que la relación entre los integrantes de la familia sea buena. Sin embargo, si tenemos en cuenta los siguientes consejos podemos lograr que la convivencia entre nuestros hijos sea la mejor posible.
1. Huir del mal humor
Escapar de los problemas no es la mejor manera para resolverlos. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer cuando otra persona está de mal humor es dejar que su ira disminuya, y en algunos casos, lo mejor es alejarnos de ella.
Cuando una persona está enojada, de ella no salen ni las mejores palabras, ni los mejores valores. Por ello, es bueno que cuando uno de nuestros hijos detecte que el otro está de mal humor, tome distancia de él, por un tiempo, mientras su estado de ánimo mejora.
2. Compartir y respetar
Desde que son pequeños, debemos enseñarles a nuestros hijos a compartir, ya que esto permitirá que tengan una mejor relación, así mismo debemos inculcarles el respeto por el otro.
Por ejemplo, el hecho de que vivamos en la misma casa nos permite tener acceso a todas las cosas que hay en ella, aunque podemos entender que hay cosas que otra persona prefiere tener para sí, como un diario personal. Si nuestro hijo decide no mostrarlo, es su decisión y por tanto debemos respetarla, ya que esta hace parte de su intimidad.
El respeto a la intimidad y el respeto por las cosas del otro harán que los niños cuiden y valoren las cosas, tanto por su valor material, como por su valor sentimental.
3. Igualdad de condiciones
Si logramos que nuestro hijos comprendan que todos, por el hecho de ser humanos, tenemos derechos y deberes que cumplir, podremos lograr que no sean rivales, sino compañeros y amigos. Por ello es recomendable, delegar tareas en la que ambos interactúen. Esto permitirá que se ayuden para lograr un objetivo, en lugar de convertirse en rivales.
Recuérdales que son hijos tuyos, y que si bien puede haber entre ellos una diferencia en edad, no hay diferencia en el cariño que les tienes. Para demostrarlo con hechos un consejo a tener en cuenta y que te ayudará en la educación de tus hijos es no compararlos.
Fortaleciendo sus capacidades individuales mejorarás las relaciones familiares.









