Si eres una de esas mamás que siguen al pie de la letra las recomendaciones médicas, entonces seguramente debes haber optado por la lactancia materna exclusiva para tu bebé, mínimo hasta los 6 meses. En mi caso fue hasta pasado el año de edad de mi bebé... pero eso depende de cada una y de tu bebé obviamente, sé de casos de mamá que amamantan hasta los 2 años o más.
Superando la lactancia

Según la Organización Mundial de la Salud y UNICEF (United Nations Children's Fund) lo recomendable es amamantar hasta los 2 años, pero no siempre se puede o se quiere. Amamantar a tu bebé es realmente hermoso, pero a medida que van pasando los meses cada vez tenemos más responsabilidades, estrés, y en muchos incluso hay que volver al trabajo y a la rutina.

Trabajo VS Amamantar
La vuelta al trabajo no es fácil, no solo porque sabemos que nuestro bebé queda con otra persona -que seguro lo cuida y mima tanto como nosotras-, sino porque muchas veces dificulta la lactancia. El hecho de que nuestro cuerpo se acostumbre a la rutina de amamantar puede ser bastante incómodo al principio. Andar con el extractor de arriba a abajo es una opción, no la más cómoda obviamente, pero sirve.
Salir corriendo del trabajo al finalizar la jornada es otra opción, un poco estresante y desgastante, lo que puede afectar la producción de leche, al igual que no consumir suficiente líquido.
Ver también: Qué hacer cuando no se puede amamantar el bebé
Entre responsabilidades y culpa es que muchas mamás tenemos que dejar de amamantar, por suerte en mi caso se fue dando paulatinamente hasta que un día mi niño no pidió más “T”, como él solía decir.

Emociones encontradas
Debo reconocer que para ese entonces estaba muy cansada, si bien como dije anteriormente amamantar es hermoso, también es agotador... Mi espalda ya me estaba avisando que no podía más, no es lo mismo un bebé chiquitito que uno bastante grandecito. A medida que pasa el tiempo el bebé va creciendo e incorporando nuevos alimentos, la lactancia, más allá de una fuente de alimentación se vuelve un ¨mimo¨, un momento para compartir entre bebé y mamá.
Por otro lado, a medida que se va produciendo el destete el sentimiento de culpa es casi inevitable; como ya he dicho antes, ese sentimiento viene ligado a la maternidad, es una de las sensaciones encontradas de la maternidad, la parte fea.
Cuando va pasando el tiempo podemos mirar ¨desde afuera¨ la situación, probablemente porque en ese momento estábamos muy agobiadas. Una vez que podemos ver hacia atrás y reflexionar seguro que no nos arrepentimos de nuestra decisión de seguir amamantando o no, eso depende de cada una, pero creo que tiene que ser algo que disfruten ambos, cuando se vuelve algo agotador ya no es lo mismo.
Y tú, ¿cómo superaste la lactancia? ¿Hasta que edad amamantaste a tu bebé? ¿Te hubiese gustado amamantar más tiempo? No dejes de compartir con nosotras tus experiencias. Nos volveremos a encontrar la próxima semana en nuestro espacio, De mamá a mamá.








