Resfríos y congestión nasal en bebés pequeños

Sabemos que en lo que refiere a la salud de los bebés más pequeños, debemos tener en cuenta un cuidado más minucioso porque su sistema inmune aún está en desarrollo. Existen muchas causas que pueden provocar muchos mocos y congestión nasal en bebés pequeñitos: resfríos, gripe, alergias, infecciones, sinusitis.

Las congestiones son realmente incómodas para los bebés chiquitos, ya que al poder sonarse la nariz les cuesta sentir alivio. También sabemos que no es una buena idea abusar de los remedios para los resfriados.

Entonces, sea cual sea la causa, ¿qué podemos hacer para aliviar a un bebé pequeño con mucha congestión nasal y mocos?

• Usar un vaporizador o humidificador de ambientes. Agregarle unas gotas de aceite de eucalipto para ayudar a humidificar el aire.

• Del mismo modo puedes hervir eucalipto en un recipiente sobre la hornalla o estufa.

• Colocar algunas gotas de solución salina en los orificios nasales de tu bebé: esto ayudará a disminuir el espesor del moco en la nariz de bebé. Espera 1 o 2 minutos y luego succiona el moco con un aspirador nasal especial para bebés, que se consiguen en farmacias. Al usar una perilla de succión, apretarla antes de introducirla suavemente en la nariz de bebé para liberar aire y generar más succión.

• Asegurar que el bebé esté bien hidratado, amamantándolo a demanda o dándole fórmula (cual sea su alimentación regular).

• Considerar dar al bebé un analgésico infantil si está muy incómodo y afiebrado, como ibuprofeno para niños (para pequeños mayores a 6 meses) o paracetamol infantil. Recuerda siempre seguir las dosis recomendadas.

Si la congestión nasal del bebé no se detiene después de 10 días, si tiene menos de 2 meses y fiebre, si tiene problemas al respirar o si se encuentra incómodo e inconsolable, es señal de llamar al pediatra.