A medida que maduramos en todos los sentidos, la vida nos va enseñando muchas cosas. Algo que aprendí a causa de la experiencia y de reflexionar acerca de todo lo que me gustaría hacer, es que como mamá debo y merezco estar tranquila. Hago todo lo que está en mis manos con la información y el conocimiento que tengo en este momento, y de igual forma lo he hecho hasta el día de hoy.
¡Relájate! Tienes 5 razones para desistir de querer ser una madre perfecta

Este es uno de los principales motivos para dejar de querer ser la mamá perfecta, pero hay muchos más…

#1 Siempre habrá algo para reclamar
Tenemos que pensar desde dos perspectivas: por un lado somos madres y por otro también hijas. La pregunta que sigue a continuación es: ¿nunca has tenido nada para reprochar a tus padres? Seguro que sí, o serías una gran excepción a la regla.
De todos modos, puedes estar segura de que ellos, al igual que tú, lo hicieron lo mejor que pudieron. Aún así y por muy perfecta que hayan creído desarrollar su responsabilidad de padres, siempre habrá algo que como hijos consideraremos que podrían haber hecho mejor.
Y no lo dudes, te pasará lo mismo cuando tus hijos sean grandes y se presente la hora de hablar del tema.

#2 Lucharás por alcanzar lo inalcanzable
No es nada nuevo que la perfección no existe. Por eso no vale la pena correr detrás de ella porque nunca llegará, y al final habrás gastado mucho tiempo y energía irrecuperable, que en el peor de los casos podría traducirse en enfermedad.

#3 Mamá perfecta existe solo en la TV
Hay que ser realistas, pregúntate: ¿qué significa para ti ser una madre perfecta? ¿Crees que está en tus posibilidades sostener un listón tan alto cada día de tu vida, los 365 días al año? Y de ser así, lo que tú consideras como perfecto puede que sea el motivo por el que luego, tus hijos, una vez mayores, te pasen factura.
Ya sabemos que no hay manual de instrucciones disponible, entonces ¿para qué reprocharnos?

#4 La auto-exigencia también vale para el resto
Me refiero a que, si te exiges de tal forma que deseas y buscas la perfección como mamá, estarás trasladando esa actitud a tus hijos aunque no quieras. De este modo caerá una gran carga sobre ellos, haciendo que quizá tomen responsabilidades que nos les corresponden a su edad, y que dejen de disfrutar de su infancia por tomarse la vida demasiado en serio.
No olvides que los niños aprenden por imitación y que las madres somos su gran referente. Ellos copiarán tu ansia de perfección, y lejos de hacerles un bien podrías ocasionarles daño fomentando una gran auto-exigencia.

#5 Perfectas son las máquinas, y a veces ¡tampoco!
Viene muy bien acordarnos de que tenemos corazón y que no somos de hierro. La perfección no existe justamente porque la vida se trata de aprender y la única forma que tenemos de aprender es con el modo prueba-error.
¿Qué te han parecido estas razones para relajarte y dejar de buscar ser la madre perfecta?
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