Los cambios que tienen lugar durante el período de gestación son realmente sorprendentes. Y no es para menos, ya que se está creando una nueva vida en nuestro interior.
¿Por qué sentimos tanta sed en el embarazo?

Cuando somos primerizas puede que ciertos síntomas nos preocupen por desconocimiento, uno de ellos es la sed que con frecuencia se incrementa sobre manera luego del segundo mes de embarazo, sin que nada tenga que ver con que haga calor o frío.
Tanta sed se debe a que...
Hay varias causas por las que las embarazadas tenemos más sed que cuando no estamos en estado -yo ya di a luz pero recuerdo muy bien tanta sed que tenía-.
Uno de los porqués sentimos tanta sed es que orinamos con más frecuencia y como consecuencia el organismo demanda más consumo de líquidos, lo que a su vez también hace que los riñones trabajen más.
El incremento de sed durante el embarazo también está asociado con la formación del líquido amniótico en el que se encuentra el bebé y con el aumento del volumen de sangre que se produce (un 40% más).
El nivel de estrógenos que se eleva de forma considerable durante el embarazo y los cambios hormonales que se producen también provocan sequedad bucal y necesidad de beber más líquidos a lo largo del día.
Beber más agua pero...

Para que las funciones relacionadas con la gestación se lleven a cabo sin inconvenientes, es necesario estar bien hidratadas y por lo tanto consumir mucha agua.
Un detalle a tener en cuenta es que conviene tomar abundante líquido durante el día, pero evitar hacerlo cerca de la hora de ir a dormir por la noche; de este modo se verá reducida la cantidad de veces que tengamos deseos de orinar e interrumpiremos menos nuestras horas de sueño.
Es importante disminuir el consumo de alimentos salados, no solo porque producen más sed de la normal, sino porque además así podremos evitar la excesiva retención de líquidos e hinchazón de manos, pies y piernas característicos del embarazo.
La hinchazón de las extremidades es algo que no se puede impedir, sobre todo en los últimos meses de embarazo, pero sí es posible minimizarla con una alimentación adecuada. Siempre es mejor que así sea a tener problemas de deshidratación.
Así que ya sabes, ¡no dejes de beber agua!
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