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¿Por qué mi hijo no me respeta?

Los niños no vienen al mundo con la materia de "respeto" aprobada; el respeto hacia tí y hacia el resto de las personas con las que se irá encontrando a lo largo de la vida se aprende, como se aprenden los hábitos de higiene o los contenidos académicos. Enseñar respeto a los hijos es una de las grandes tareas de los padres.

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Si sientes que tu hijo te falta el respeto, el cambio tendrá que empezar por tí, de nada valdrá que le reclames respeto, deberás poner algunas cuestiones en práctica. No te pierdas algunos consejos para recuperar el respeto de tu hijo y no lo pierdas nunca más.

Recuperar el respeto de los hijos

Por diferentes motivos, puede ser que tu hijo se esté mostrando más irrespetuoso últimamente; tal vez esté haciendo sus primeros pasos en ese camino llamado adolescencia; tal vez tú hayas estado más ocupada que de costumbre y no le hayas prestado la suficiente atención; pero sea cual sea el motivo, nunca es tarde para corregir malos hábitos.

Lo primero que debes hacer es recordarte, y recordarle, que eres su padre, no su amigo; eso significa que estás a su lado para marcarle pautas y ponerle límites, aunque muchas veces le cueste aceptarlos.

Cuando notes las primeras faltas de respeto, ahí es tiempo de marcarle que está actuando mal. En mi caso, yo contínuamente le marco a mi hija mayor que debe hablarle en buenos términos a su hermana, controlando su impaciencia de adolescente.

También es importante, que tanto la madre como el padre, aún en el caso de que estén divorciados, acuerden los límites que les pondrán a sus hijos.

Modales básicos, como los de antaño

A veces me pregunto qué pasó con el "permiso", el "por favor" y el " gracias". Parecería que los mandaron de vacaciones obligadas y por tiempo indefinido, y esto, hay que admitirlo, no pasa solamente con los niños, también muchos adultos han anulado de su vocabulario estas palabras. Y realmente, es una lástima. Un "por favor" genera empatía y un "gracias", una sonrisa.

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Muéstrate respetuoso con tu hijo; cuando necesites llamarle la atención no lo hagas a los gritos o averganzándolo; habla con él acerca de su comportamiento y de los motivos que lo llevaron a comportarse así.

Cuando les ponemos límites a nuestros hijos, el mensaje que reciben es que los amamos, los cuidamos, nos interesa lo que les pasa y estamos atentos a sus necesidades y sus deseos. Y que también estamos allí para afianzar su senda; para decirles cuando se equivocan y para darles una palmadita en la espalda cuando triunfan.

Encuentra más consejos acerca de la educación de nuestros hijos tras el enlace.