Hace algunos años ya, cerca de once para ser más exacta, yo trabajaba como productora ejecutiva del talk show de televisión "Hablemos con Lía", conducido por la periodista Lía Salgado. Muchos de los temas que tratábamos en el programa tenían que ver con la relación padres e hijos, y todos, no importaba cuál era el caso del día, congruían finalmente en el tema de los límites.
Poner límites a los hijos: el verdadero desafío de los padres

Recuerdo que hablábamos con el asesor psicológico del programa acerca de lo difícil que resulta ponerle límites a nuestros hijos. Hoy, ya madre de dos hermosas niñas, sigue siendo todo un tema, porque como padres decir que "no" puede generarnos culpa. Pero no hay que desesperar, aquí te contamos algunos pasos para decirles que no a nuestros hijos, entendiendo el límite como un acto de amor.
Primer paso: ser claros
Es importante que le transmitas claramente a tu hijo lo que puede y lo que no puede hacer, recuerda que el que calla, otorga. Si te pide comer alguna galletita y se acerca el horario de la cena, puedes permitirle comer, pero establece claro la cantidad.
Segundo paso: dar tareas
Siempre es bueno que un niño realice algunas de las tareas del hogar, porque esto los inicia en el camino de la toma de responsabilidad y la solidaridad. Puedes comenzar que te acompañe realizando esas tareas como, por ejemplo, ayudarte a tender la ropa, o que te seque los platos, después de que tú los laves. Recompénsale haciendole notar lo bien que lo hizo y lo agradecida que estás. Te sorprenderás al ver cuánta voluntad pone en nuevas tareas.

Tercer paso: prepárate para sobrellevar su decepción
Frente a un "no", es lógico que tu hijo no esté feliz, pero forma parte de la vida sobreponerse a las decepciones, esto lo fortalecerá para su vida de adulto. Los niños piden y los adultos debemos diferenciar qué cosas son realmente necesarias para sus vidas.
Cuarto paso: anímalo a la recompensa
Como padres, siempre queremos darles a nuestros hijos lo mejor; el mejor colegio; la mejor cobertura en salud; los juguetes que ellos desean; las zapatillas última moda. Pero debemos inculcarles que todo eso es fruto de nuestro trabajo y que nada se gana fácil.
Por eso, cuando quiera algo nuevo, como un juguete, establece un cuadro de recompensas. Por cada acción buena que realice, prémiala con una estrella, estableciendo previamente cuántas estrellas deberá tener para que le compres ese juguete. Verás su carita de orgullo cuando obtenga su juguete como resultado de su esfuerzo.
Como madre, creo que los límites a los hijos se construyen diariamente, en base al diálogo y la comprensión. Poniendo límites a nuestros hijos, estamos generando adultos responsables, que entienden el compromiso y la importancia de la contibución.
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