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Palabras para la abuela que quiero ser

Cuando me pongo a pensar en la madre que quería ser, debo decir que me parezco bastante a la idea que tenía sobre cómo deseaba vivir mi maternidad. Y, cuando imagino el futuro, y pienso en mis hijas convertidas en madres, me planteo cómo quiero vivir el "abuelazgo"; ese título, que nos llega a la edad donde parece que la vida da una curva para tomar un camino descendente. Y supongo que los nietos llegan para revitalizarnos; para que renazcan las ganas de la juventud; para que las arrugas tomen otro sentido al del paso del tiempo.

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Quiero compartir con ustedes la idea de la abuela que quiero ser y que dejo flotando en las aguas cibernéticas como recordatorio de mi promesa.

La abuela que quiero ser...

El otro día, mientras veía un video de Luis Miguel en YouTube, apareció una publicidad que promocionaba Perú como destino de las vacaciones. En el comercial, un alto ejecutivo, exitoso, aparece en una fría oficina mientras una secretaria le entrega un sobre, del cual él mismo era su remitente. Cuando lo abre descubre una dvd que coloca en su computadora de última generación, para descubrir la imagen de él veinte años menor. En el video, su "yo joven" le habla a su "yo adulto" para recordarle las cosas importantes de la vida, esas que a veces se nos escapan, persiguiendo metas que conducen al bienestar económico.

Les pido permiso a mis amigos peruanos para usurpar la idea, y escribirle estas líneas, a la abuela que seré, calculo que dentro de veinte años más o menos, quedando estas líneas como testigos de mi promesa.

Voy a ser la abuela, que cuente cuentos, exagerando las voces y las onomatopeyas, que acurruque a sus nietos mientras da vuelta las páginas, y aproveche un punto y aparte para llenarlos de besos.

Voy a ser la abuela que piense que la calesita es en un puente mágico a infinitas aventuras, que permite a sus nietos vivir experiencias únicas en caballos que suben y bajan y que puedan ser piratas ambiciosos en busca de la tan anhelada sortija.

Voy a ser la abuela que arme infinitas torres de bloques, y que cuando termine de colocar él último, su nieto lo derribe y se divierta con la expresión falsamente horrorizada de su abuela.

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Voy a ser la abuela que cree en las hadas y los duendes; que atrape luciérnagas en frasquitos de vidrio para contemplar la cara de asombro de sus nietos y despúes les permita liberarlas, para que sigan expandiendo su fantástica luz por el universo.

Voy a ser la Abu, que se tire en el piso, sin importarle la ropa ni las rodillas debilitadas por la artrosis, que se permite ser niña otra vez, una niña más jugando con sus nietos.

Voy a ser la abuela, de las clásicos paseos al zoológico y al teatro, porque no hay infancia sin recorrer estos maravillosos y sorprendentes escenarios.

Voy a ser la abuela de los besos mágicos que todo lo curan, la cómplice de Santa Claus, para que a mi nieto le llegue ese juguete tan deseado, la que es feliz anticipando ese abrazo precedido por una carrera con los brazos abiertos de sus nietos cuando llega.

Voy a ser la abuela que tenga tiempo para remontar barriletes y les cuelgue los mensajes que mis nietos quieran darle a los ángeles traviesos que esperan en las nubes.

Voy a ser la abuela que no pueda resistirse a las súplicas de sus nietos para extender la visita un rato más: "un ratito más, abu, por favor...".

Sí, sé que voy a ser esta abuela, porque soy esta madre. Porque mi madre fue esta abuela y hoy su espíritu sobrevuela divertido los juguetes con los que ella jugó con mis hijas y los libros que les leyó. Miro atrás y soy feliz. Miro adelante y soy optimista. Me espera un futuro prometedor, basado en un presente lleno de amor. Definitivamente, no se le puede pedir más a la vida.

Comparte en EntrePadres la abuela con la que sueñas ser.

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