¡No me sale leche! ¿Qué debo hacer?

Últimamente he escuchado a tantas nuevas madres (sobre todo primerizas) decir: “Le doy fórmula a mi bebé porque no me sale leche", que realmente asusta el desconocimiento acerca del tema.

¿Por qué lo digo? Porque el cuerpo de la inmensa mayoría de madres recientes tiene la capacidad de llevar a cabo, perfectamente, el milagro de la alimentación de su bebé por sí solas. Es decir, es absolutamente capaz de producir la leche exacta que su bebé necesita y que debería ser su único alimento como mínimo sus primeros 6 meses de vida, donde es primordial, ya que el valor nutrimental de la misma ayuda a su desarrollo físico pero sobre todo al emocional y, contribuye en gran medida a fortalecer su sistema inmunológico.

Es irrefutable el hecho de que los bebés alimentados con leche materna son mucho menos enfermizos que los que no fueron alimentados de esa manera.

¿Qué debes hacer si sientes que no tienes leche?

Lo primero es que después de que nuestro bebé nace y es revisado por el pediatra, debemos pegarlo a nuestro pecho para que conozca a su mamá y aprenda a succionarlo. El primer líquido que sale se llama calostro y es el más importante que el bebé debe tomar, pues es rico en proteínas y contiene todos los nutrientes que la madre ha ido reservando para su pequeño durante todo el embarazo ¡Imagínate de lo que se perdería tu bebé si decides no darle pecho!

Siempre es importante recordar que tú debes enseñarle a tu bebé que lo haga de la manera correcta para evitar que te lastime, en ese momento o más adelante. Ten en cuenta que todo el pezón debe estar dentro de la boca de tu bebé para que pueda succionar bien.

Toma abundantes líquidos. Recuerda que tu cuerpo está trabajando a marchas forzadas y puedes llegar a deshidratarte, sufrir dolores de cabeza, etc. Es recomendable que tomes agua o jugos naturales, de preferencia por lo menos durante los primeros meses de lactancia no consumas jugos cítricos, café ni refrescos ya que pueden afectar al niño, laxarlo o no permitirle dormir normalmente.

Consume avena y atoles de maíz. Aunque la mayoría de los médicos te dirá que con tomar abundantes líquidos es suficiente, por experiencia propia te digo que el atole de maíz o de avena incrementa enormemente la producción de leche materna: yo solo tomaba un vaso y en seguida sentía como bajaba la leche. 

Un tip importante, el cuerpo de una madre es tan sabio que produce la leche por demanda, es decir mientras más succione tu bebé más estimula que todo tu ser se ponga en marcha para alimentarlo. Inténtalo muchas veces y de repente te darás cuenta que ¡ya estás alimentando completamente a tu bebé tú solita!