La principal preocupación para quienes somos madres y sobre todo primerizas es cuando los hijos no quieren comer, ya sea porque son un tanto quisquillosos con los alimentos, porque están enfermos o bien porque son hiperactivos y no logramos calmarlos ni siquiera en ese momento.
¡Mi bebé no quiere comer!


En esta ocasión vamos a enfocarnos en niños hiperactivos que suelen escupirnos la comida o hacer un desastre, para quienes tenemos que corretearlos por toda la casa con la cuchara en mano. Si este tema te suena familiar, te invito a seguir leyendo pues hay algunos trucos que podemos poner en marcha para que dicho momento sea agradable y sobre todo logremos con éxito, alimentar a nuestros pequeños.
Principales problemas al alimentar a un bebé
Habemos madres que sufrimos desde el principio en el tema de alimentar a nuestro hijo. En mi caso, como he comentado en varios artículos, mi hijo es bastante especial para las texturas por lo que al comer siempre hace una mueca y después intenta devolver el estómago y esto sin duda es muy cansador.
Otro principal inconveniente es cuando no quieren probar alimentos nuevos y una vez más nos hacen sentirnos frustradas, pues ya están en una etapa donde deberían comer de todo o ciertos alimentos por ejemplo.
Las distracciones son el principal obstáculo, hablarles y que no entiendan, tener que perseguirlos por la casa, que ocurran varios accidentes durante la comida como tirar el agua, salpicarse la ropa, voltear el plato, etc.
Que no se termine la comida y sientas que se ha desperdiciado es motivo de otro enoja más, que se ensucie la ropa o te entretengas demasiado intentando alimentarlo.

Cómo alimentar a un niño hiperactivo
En primer lugar, relájate. Recuerda que toda etapa es única para tu hijo y que está aprendiendo al igual que tú. Si te estresas, más estresado estará el pequeño y esto se volverá un círculo vicioso, por ello cuando se sienten a comer asegúrate que será única y exclusivamente un momento para esto donde los dos estén tranquilos y concentrados.
Evita distracciones si notas que estás alteran o afectan a tu hijo. Si tienes niños más grandes, dedícales su tiempo a cada uno para que no sientas dividida la atención, pero si por el contrario notas que con cierto programa se tranquiliza o con su juguete favorito, no es dañino que se lo dejes mientras le das de comer, así estará más tranquilo y tú también.
No te enojes si no quiere comer todo lo que le sirves; eso sí, no sustituyas verdadero alimento con golosinas. Si realmente notas un problema a la hora de comer entonces háblalo con tu pediatra.
Recuerda que tu bebé está en etapas de descubrimiento así que adelántate a esto, aleja todo aquello que se pueda romper, ponle un babero o ropa vieja por si se mancha y utiliza platos y utensilios especiales para ellos y así no habrá nada que lamentar si algo se cae o derrama.
Como puedes ver, la solución es muy simple, el problema está en que a veces nos ahogamos en un vaso de agua o simplemente no les prestamos la atención necesaria por querer hacer todo a la vez.
Disfruta a tu hijo y comparte este momento, que su alimentación los una más y enseñe cosas nuevas y no sea motivo de estrés para ninguno. ¿Qué opinas?








