Los berrinches y la actitud frente a ellos
Normalmente los berrinches son las situaciones que hacen perder la paciencia de los papás con más frecuencia. Ante situaciones de este tipo resulta muy difícil reaccionar, y es por ello que son bastante difíciles de manejar, pues en ellas se produce un enfrentamiento entre los padres y el niño.
Un berrinche es una situación en la que el niño se frustra por no tener algo que anhela (puede ser la atención de los padres o un regalo), entonces opta por la estrategia de hacer un escándalo para conseguirlo.
El berrinche debe manejarse de forma inteligente, pues si se lo maneja con fragilidad y se deja la firmeza de lado las consecuencias pueden ser bastante negativas para los padres, pues el niño comenzará a hacer berrinches más seguido, pues sabe que con ellos puede conseguir lo que quiere. Pero entonces ¿qué hacer?
La premisa fundamental en estos casos es el mantener una actitud firme y resuelta. Se debe mostrar firmeza ante el niño (aunque sin agresividad) y castigarlo llevándolo hacia su habitación sin permitirle salir de ella hasta que deje de gritar.
Es importante que el padre no demuestre que está enojado o sobrepasado por la situación, pues esto puede ser aprovechado por el niño para conseguir su deseo en la próxima ocasión, pues si una vez lo logró también lo logrará una segunda.
Se trata de una situación bastante compleja, pero que si se maneja de forma correcta imponiendo autoridad sobre el niño, éste poco a poco irá acatando su lugar en la casa y podrá ir comprendiendo que no se puede tener todo lo que se quiere.
Vía | Chupetes y Biberones