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Lo que siempre he pensado de lactancia materna

No sé por qué ocurre, pero parece que amamantar en público se han convertido en un tema tabú en nuestra sociedad. Eso de ver a una mamá dando el pecho a su hijo en plena calle nos escandaliza, pero ver pechos desnudos en la televisión... ¿eso sí que está bien? ¿Qué está pasando?

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Cuando tuve que amamantar a mi bebé, lo hacía cuando mi hijo tenía hambre, aunque fuera en público, porque  considero que es lo más natural que existe en el mundo. Y si a alguien no le gustaba únicamente tenía que dejar de mirarme, ¡pero jamás se me habría ocurrido tapar a mi bebé con una manta para que no me vieran el pecho! Me parece humillante.

La lactancia y la leche materna

La lactancia materna es una decisión muy íntima de las mujeres, y es algo que se debe respetar siempre. Hay mamás que por decisiones personales o porque la vida así se lo impone, no pueden o no quieren amamantar a sus hijos y prefieren darles una alimentación de fórmula, y debe ser igual de respetado que una mamá que quiere que su hijo se alimente de su leche materna.

Personalmente opino que la leche materna no sólo es un alimento para los bebés, porque además de nutrientes, proteínas, calcio… la leche materna contienen agentes que protegen a los bebés de cualquier enfermedad, les hace más fuertes. Además, tu bebé puede alimentarse sin necesidad de medidores, la naturaleza se encarga de saber cuánto alimento necesita tu bebé.

En mi caso, opté por la lactancia materna pero mi bebé no recibía suficiente alimento. Tuve que complementar la leche materna con leche de fórmula. A los seis meses mi hijo fue quien decidió dejar de tomar el pecho, y muy a mi pesar (me encantaba compartir esos momentos tan especiales con él pero sin traumas, él mismo se destetó.

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Imagen Thinkstock

El calor y el alimento

Tanto si se opta por la leche materna como si se opta por alimentar a los bebés con leche de fórmula, hay algo que los bebés deben recibir siempre: el calor de una madre (y con el biberón también de un padre) mientras se le alimenta.

Que a un bebé se le dé el biberón con leche de fórmula (o materna) no tiene que ser algo frío o rápido, todo lo contrario… el calor humano de piel con piel, el cariño, el amor, y el respeto por la vida de tu hijo debe darse a cada minuto.

Después, los hijos crecerán sanos y necesitarán una buena educación y una buena inteligencia emocional para poder desarrollarse plenamente, sin tener en cuenta si existe o no lactancia materna prolongada, algo que sin duda es un vínculo y una decisión que tanto madre como hijo deben tomar, y los demás respetar.

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