Cuando los bebés son pequeños duermen tanto pero tanto, que a veces es más el tiempo que los observamos durmiendo en su cunita que el que están en nuestros brazos. Y este hábito es normal hasta que el niño vaya regularizando sus patrones de sueño.
La siesta en los bebés

Una de las costumbres que todo bebé necesita es la de dormir la siesta. A diferencia de los “grandes”, a quienes se nos recomienda dormir – como mucho – media hora de siesta para recuperar energía, los bebés deben dormir 45 minutos como mínimo durante el día.
¿Tienes un bebé dormilón en casa? No te pierdas estos tips para la hora de la siesta del bebé.
No lo quites de la rutina. Obviamente, los bebés no son conscientes de los horarios, pero sí su organismo se ata a una rutina que su madre le ha creado. Por ejemplo, el niño sabe que puede contar con sus siestitas regulares. Mantener este patrón es clave para que poco a poco su cuerpito se acostumbre al ritmo de descanso, alimentación.
Déjalo dormir. Las siestas ideales para un bebé deben durar 45 minutos o más. Si duermen menos, no estará descansando lo suficiente, y eso puede desembocar en llantos, rabietas e irritabilidad. Por eso mismo, no lo despiertes excepto que sea necesario, pues que haya dormido mucho en el día no necesariamente indica que no vaya a dormir luego a la noche. Si notas que tu pequeño no logra conciliar el sueño de noche, limita sus siestas a 2 horas.
No esperes a que esté dormido para acostarlo. Toma a tu bebé en brazos y cántale una canción de cuna para que se vaya relajando. Una vez así, ya puedes acostarlo: no es necesario esperar a que estén a punto de dormirse. Esta técnica es buena para que aprendan a dormirse solitos: trata de no depender del chupete, la mamadera o demás "accesorios" para que se duerma.
Obsérvalo. Nunca te apartes de tu bebé mientras duerme su siesta.









