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La placenta podría aumentar el riesgo de que el bebé tenga esquizofrenia, según estudio

La placenta protege al bebé durante la gestación y le provee oxígeno y alimento. Es un órgano tan importante y rico que algunas personas han comenzado a seguir la extraña tendencia de comerla después del nacimiento del niño para recibir sus nutrientes. Es imposible pensar que es capaz de dañar al feto, pero un nuevo estudio publicado en Nature Medicine sugiere que puede aumentar el riesgo de que desarrolle esquizofrenia en el futuro.

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Puede ser un dato alarmante para las futuras mamás, pero no tiene por qué serlo. La esquizofrenia es causada principalmente por factores genéticos, si uno de los padres tiene la enfermedad en su historia familiar puede ser que el niño también la tenga. Sin embargo, si la genética interactúa con algunos componentes externos, el riesgo puede aumentar.

Eso es lo que sucede con la placenta, según el estudio. Si hay factores genéticos de por medio y la madre tiene complicaciones durante el embarazo, hay cinco veces más probabilidades de que el niño sea diagnosticado con esquizofrenia que otro que solo tenga el riesgo genético. Eso se debe a que, según una entrevista de la revista Scientific American con el neurólogo Daniel Weinberger, un tercio de los genes asociados con la esquizofrenia se encuentran en la placenta.

Según la investigación, si la madre tiene complicaciones durante el embarazo, esos problemas pueden activar los genes en la placenta e inducir la inflamación o afectar el desarrollo del feto, lo que aumentaría el riesgo de sufrir esquizofrenia en el futuro.

La placenta y la esquizofrenia

Imagen Thinkstock

Aún si está presente el riesgo genético y si hay complicaciones en el embarazo, la probabilidad de que un niño desarrolle esquizofrenia igualmente es muy baja: menos del 15 % — aunque sí es más alto que la del promedio de la población, que es de menos del 1 %.

Si bien el riesgo es muy bajo, eso no significa que sea inexistente, y para que las mujeres que tienen factores genéticos no tengan que preocuparse lo que pueden hacer es prevenir las complicaciones durante el embarazo. Para lograrlo lo mejor es ir a controles frecuentes con el médico, no fumar ni usar drogas, llevar una vida sana y, en lo posible, libre de estrés.

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