Dado que el tema de la lactancia es un pilar en el proceso de la maternidad, en especial en los primeros meses del bebé, es que quise continuar con los mitos y verdades que existen sobre el tema. Seguramente alguno de estos “mitos” que se escuchan en el boca a boca te habrá llegado, por eso acá los aclaramos y analizamos qué tienen de verdad y qué de falsedad.
La lactancia: verdades y mitos (II)

Mito 4: “Si llora es porque tiene hambre y hay que amamantarlo”
Sí, es cierto que cuando el bebé tiene hambre seguramente llore, dado que es la única manera que tiene para expresar su necesidad. Pero no siempre que llore significará que tiene hambre. Es muy importante tener esto en cuenta, porque se suele dar de amamantar al bebé siempre que llora, o comenzar a utilizar el biberón dadas las frecuencias de sus llantos. Creer esto es un grave error.
El bebé puede llorar por varios motivos. Porque está incómodo, porque necesita cariño y atención, o incluso porque está sintiendo algún dolor.
De todas maneras si llora por hambre, lo que quiere es leche del pecho de su mamá y no del biberón. Porque el ser amamantado no solo lo alimenta, además le da protección, amor y seguridad. ¡Es el combo perfecto! No se lo prives por una mayor comodidad.
Mito5: “Las fórmulas de leche actuales son casi lo mismo que la leche materna”
Este es un gran mito. Primero que nada se puede decir que químicamente son diferentes. La leche de animal es muy diferente de la humana. E incluso aquellas leches que dicen que contienen todos los componentes adicionales similares a la leche materna, es mentira. Las fórmulas creadas no contienen anticuerpos, ni enzimas, ni hormonas, que son los encargados de volver inmune a tu criatura además de que le aseguran el mejor desarrollo. La leche que se comercializa generalmente tiene más grasas, proteínas, alumunio, plomo y otros químicos que la leche materna, y que no son necesarios para la correcta alimentación de tu bebé.
Además, la leche de la mamá va variando sus componentes a medida de que van cambiando las necesidades del bebé en su crecimiento. La leche que se compra será la misma para el primer mes, como para después del sexto, en cambio las necesidades propias de cada etapa son dispares.
Por otro lado no hay que olvidar lo que mencionamos en el anterior mito. El amamantar beneficia al bebé en otros aspectos además de la alimentación. Le da afecto, cariño, protección, algo que un biberón nunca podrá transmitir.
Mito6: “Si la mamá tiene alguna infección o está tomando algún medicamento no debería de seguir amamantando”
Error. Si la mamá se encuentra con fiebre, diarrea, o vómitos la mejor manera de proteger al bebé, aunque parezca paradójico es seguirlo amamantando. Como dijimos antes, en la leche materna el bebé recibe anticuerpos, es con ellos con los que podrá defenderse en caso de que una infección también le toque. Por ello es sumamente importante que no dejes en ningún caso de darle de mamar a tu criatura, a no ser que sea una indicación de tu médico.
Lo mismo sucede si la mamá toma algún medicamento. Con la mayoría de las medicinas sucede que solo una muy pequeña cantidad aparece en la leche que consume el bebé. Por lo tanto no hay de qué preocuparse de que se pueda afectar al bebé. De tener dudas sobre lo dañino que puede ser tu medicamento, mejor consulta a un médico para quedarte tranquila.
Por lástima es enorme la cantidad de mitos que existen sobre la lactancia y que muchas mujeres creen verdades. Espero que estos 6 mitos que revelamos te hayan podido servir. Si tienes alguna incertidumbre específica que no la hayamos podido aclarar, ¡no dudes en preguntar! La principal fuente de la información proviene de las dudas y preguntas.









