El juego en familia es muy importante, ya que refuerza las relaciones entre los miembros que conviven en el hogar. Mediante el juego podemos expresar emociones, sentimientos y fortalecemos los lazos de unión entre las personas que participan. Es un gran hilo conductor del amor que existe entre padres e hijos, además de cumplir una función educativa que es muy favorecedora.
Juego en familia

La familia es un referente en la vida de todas las personas, es donde se establecen los primeros vínculos afectivos, se forma la personalidad, los valores y patrones de conducta de los seres humanos. Al mismo tiempo, la dinámica familiar oficiará de guía para el establecimiento de las relaciones sociales con los demás y brindará las pautas que seguiremos con nuestras propias familias.
Dentro de la familia tienen que existir los elementos adecuados para proporcionar el logro del bienestar y el buen desarrollo de cada miembro que a ella pertenece. Es necesaria la relación armoniosa, la confianza, el apoyo y la unión entre todos.
El juego estimula la creatividad, la socialización y es una herramienta de comunicación con los niños. Si prestamos atención al juego de nuestros hijos podremos conocer sus habilidades, sus gustos, capacidades y sentimientos, el juego es la manera por la cual el niño logra comunicarse y canalizar sus emociones. Estas características son también muy aplicables a las personas adultas, ya que los adultos también al jugar nos sentimos relajados nos divertimos y hasta nos olvidamos de todas nuestras preocupaciones.
Jugando en familia logramos desarrollar aspectos de vital importancia, nos acercamos y nos comunicamos más y mejor, mostramos nuestras emociones y afectos: todo en un ambiente de diversión y espontaneidad. Para jugar, sólo necesitamos un momento de nuestro tiempo y las ganas de hacerlo y de divertirnos.









