Llegando al final de la gestación, el bebé ve, escucha, huele y tiene tacto, siendo muy importantes los primeros 90 minutos de vida del bebé para el contacto, que tiene que ser muy aprovechado. En la sala de parto, las madres agarran al bebé, lo tocan, lo abrazan, lo besan, le dan pecho; y al mismo tiempo, muchas veces los bebés siguen muy atentos al rostro de la mamá moviendo la cabecita al escuchar su voz.
Importancia del contacto con el bebé

Las madres que durante el parto están con su esposo, y él las toma de las manos o las acaricia, dicen que se sienten con más seguridad, más felices y más confiadas, afrontan de mejor manera este momento, disfrutando más del encuentro con el bebé. Lo mejor es que lo antes posible se dé la unión de padre-madre e hijo, ayuda a establecer sus raíces afectivas.
El recién nacido presenta gran tranquilidad en el momento en que está en contacto con su mamá piel a piel, ese placer proviene porque el bebé estuvo 9 meses en contacto íntimo, desarrollando una gran sensibilidad táctil que sus padres tendrán que llenar con besos, caricias, abrazos y upa. Tener a los niños a upa es importante, es una expresión de amor para que el niño logre sentirse comunicado, confortado, comprendido, contenido y unido a los padres.
El contacto de los padres con el bebé es importante para estimular la formación del vínculo afectivo, la confianza en sí mismos, la autoestima, la socialización, el desarrollo psicomotor e intelectual. El recién nacido requiere de un contacto continuo con los padres, con abrazos, mimos y besos.

