Anteriormente vimos algunos consejos para ayudar a que los más pequeños no tengan comportamientos agresivos, que si bien forman parte de su desarrollo natural, es responsabilidad de los padres establecer límites para que la agresividad no se convierta en su forma de manifestarse.
Formas de manejar los comportamientos agresivos

Enseñarle alternativas de conseguir lo que quiere es una forma de que ellos entiendan que con la agresividad no se consigue nada. Luego de que se calme analicen lo que paso, pídele que te explique que quería lograr con su actitud.
Haz énfasis en que es normal sentirse enojado de vez en cuando, pero que no está bien golpear a los demás ya que de esta forma no conseguirá nada. Anímalo a que busque formas más efectivas de lograr lo que quiere.
Asegúrate de que entienda de que debe pedir disculpas por sus actos. Al principio su disculpa no será sincera, pero cuando entienda que su actitud para con los demás no es la correcta su disculpa tendrá sentido para él.
Premia su buen comportamiento. Llamar su atención cuando se comporta mal es lo normal, pero también es aconsejable felicitarlo cuando se comporta de forma adecuada.
Limita la cantidad de horas de televisión que mira. Si bien hay programas especialmente diseñados para niños hay otros que no lo son, aquellos programas con mucha agresividad pueden ser perjudiciales. Trata de monitorear que es lo que mira en la televisión.
No tengas miedo de pedir ayuda, algunas veces la agresividad se transforma en un problema tan grande que es necesario pedir ayuda de profesionales.









