¡Lo mejor de mi infancia y de la vida entera!
En estos momentos comprendimos que tener un hermano fue lo mejor que nos pasó en la vida

Gracias madre y padre por darme un hermano. Sin duda, ese fue el mejor regalo que podrían haberme hecho.
Los hermanos nos cambian la vida, y la hacen muchísimo mejor. Todo el que tenga un hermano o hermana sabe que los días son mucho más alegres, tiene más travesuras, más aventuras, pero también más enojos.
En estos momentos nos dimos cuenta que él o ella fue lo mejor que nos pasó y que nos seguirá pasando. ¡Los amamos, hermanos!
Cuando queremos reír con alguien

Si estamos buscando un momento de risa, lo sabemos, solo él o ella podrá hacerlo de la manera más efectiva. Y es en esos momentos que descubrimos que sin ellos nuestra infancia no hubiera sido tan alegre.
O bueno, molestar a alguien también

Porque todos tenemos una parte del yo que ama pelear. Y si hablamos de pelear y molestar, lo primero que se nos viene a la cabeza es… ¡correcto, nuestros hermanos!
Cuando queremos cuestionar las decisiones de nuestros padres

Necesitamos tener a alguien con quien quejarnos de las cosas que hacen nuestros padres, sino lo guardaremos para nosotras mismas y eso no es bueno.
O cuando estamos tristes y necesitamos que alguien nos acompañe

Desde pequeñas, tuvimos la compañía de nuestros hermanos y, francamente, hoy en día no sabemos qué hubiéramos hecho sin ellos. ¡Nos escucharon, lloramos y rieron con nosotras!
Cuando los miramos y descubrimos que somos idénticos

Tan idéntico que hasta es diferente a nosotras. Pero con tan solo verlo descubrimos que tienen algo nuestro y nosotras tenemos algo de ellos, ¡y eso es magnífico!
Pero también cuando descubrimos que son tan diferentes que congeniamos perfecto

¡Tan diferentes que nos dan ternura!
Cuando vemos su sonrisa

¿Hay algo mejor? ¡Lo dudo! Su sonrisa puede alegrarnos el día.
Y cuando descubrimos que siempre tendremos a alguien a nuestro lado para envejecer

Además de formar una familia con nuestra pareja o futura pareja, nuestros hermanos estarán siempre acompañándonos y seremos mejores amigos hasta viejitos.
En esos momentos en los que cometíamos travesuras

Ñaca, ñaca. ¡Qué momentos más divertidos y traviesos que pasábamos juntos!
O cuando esos días aburridos se convertían en verdaderas aventuras

Buuuh, sin ellos, nuestra infancia no hubiera sido tan divertida. Porque seamos sinceras, la infancia es divertida, pero a veces necesitamos de un compañero que haga todo mucho más divertido.
No hay más que decir… ellos nos han alegrado cada día y son lo mejor que nos pasó en nuestra vida.








