Allie es una mami 2.0, su descripción de Instagram dice: “Coach intencional de mujeres>> Estoy casada con un carpintero y tenemos como 1.000 hijos. Ayudo a otras mamás a limpiar el desorden y a vivir en su propósito”.
Ella donó los juguetes de sus hijos para enseñarles una lección, ¿tú lo harías?

En otras palabras , Allie es una mami bloggera, comparte en su página cómo es ser mamá en el siglo XXI y no morir en el intento.
Uno de su posts más interesantes tiene que ver con la simplicidad de la vida. Allie sostiene que la vida se puede vivir de la misma forma con menos cosas materiales y de hecho, si nos sacamos el velo de la modernidad podremos ver todas las cualidades que están ocultas en nosotros por estar inmersos en actividades que requieren poco razonamiento.
Una decisión drástica
Esta mamá millennials quiso educar a sus hijos apoyándose en sus creencias más fuertes. Decidió que los niños no necesitaban tantas cosas materiales, que no necesitaban tantos juguetes para divertirse, sino que necesitaban más conexión con su familia y más conexión con la naturaleza. Así que donó la gran mayoría de sus juguetes. ¿Drástico? No lo creo.
En su cuenta de Instagram, Allie dice que no solo donó los juguetes de sus hijos para que ellos se sientan cómodos viviendo con menos, sino que también lo hizo para que sus hijos vuelvan a encontrarse con su infancia.
“Ellos son capaces de imaginar, crear juegos, explorar y crear”.
¿Cómo reaccionaron los chicos?
Al comienzo se quejaron mucho -como era de esperar- pero pronto se adaptaron a la idea.
Según Allie, sus hijos descubrieron la belleza en crear sus propias historias y actuarlas, encontraron la forma de ver sus errores y repararlos; pero sobre todo, disfrutaron de pasar tiempo juntos.
Al final de esta historia, quién aprendió más lecciones fue esta creativa mamá. Allie se dio cuenta de que su cambio de conciencia ha sido una de las mejores decisiones que pudo haber tomado.
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