Lifestyle

El efecto placebo y su resultado mágico en los niños

Cuando era pequeña y algo me dolía mi mamá me daba una lentejita, me decía que era mágica, y yo lo creía.

PUBLICIDAD

Esa lentejita lo mismo valía para aliviar la pancita que para un dolor de pies, no importaba que estuviera cruda, yo igual me la tomaba confiada.

También me daba agua con azúcar para cortar el hipo o me hacia una jarabe de rabanito para la tos que adquirió sus dotes curativas porque había estado al sereno todo la noche macerándose a la luz de la luna.

Mami resuelve todo con amor

Imagen Thinkstock

Yo todo se lo creía, porque los niños creen que mami puede resolverlo todo, y para eso son sus remedios caseros, para aliviar con magia lo que la ciencia no puede.

Ahora que he entendido las ventajas del efecto placebo, hago lo mismo con mis hijas, pero como los tiempos cambian y las versiones se van adaptando a las circunstancias, el agua con azúcar para espantar el hipo se las hago tomar con la nariz tapada y contando hasta diez.

Confieso que no he podido con la lentejita porque yo misma no soy capaz de tragarme una y tampoco con el jarabe de rabanito porque no tengo patio para ponerlo al sereno.

Pero para eso están los sucedáneos y la tos la hemos resuelto con miel de abeja calentita que también cura un dolor de cabeza y el dolor de estómago lo atacamos con un buchecito de Gatorade, eso sí, bien rapidito para que haga pronto sus efectos mágicos.

No te pierdas estos consejos de cómo ser los mejores padres para nuestros hijos.

Claudia Solis es periodista y fundadora de Mamientrasicion.com. Vive en Miami con su esposo y sus dos hijas. https://twitter.com/claudiagsolis