El tiempo pasa muy rápido cuando estamos ocupada con los quehaceres diarios, el trabajo e hijos. Son los pequeños o grandes hitos los que nos permiten alejarnos un poco del día a día y darnos cuenta de lo mucho que crecen nuestros bebés que poco a poco se van convirtiendo en niños, adolescentes y adultos.
De la cunita a la cama

Supongo que a ti te debe de pasar lo mismo que a mi: cada vez que mi bebé -que ya es más que bebé un niño- da un paso en su desarrollo, es una mezcla muy linda de emociones.
El último “hito” que vivimos en casa fue dejar la cunita y pasar a la cama de una plaza. Me parece que fue ayer que dormía en el catre al lado mio, pero la verdad es que ya han pasado un par de años desde entonces junto con algunos cambios también. Primero pasó del catre a la cuna en el dormitorio principal, luego pasamos su cunita a su dormitorio y hace algunas semanas le compramos una cama de una plaza.
Haciendo lugar para la nueva cama

Mi niño tiene 2 años, así que cuando la fuimos a comprar su cama creo que no entendía mucho lo que le decíamos. Fue cuando comenzamos a mover los muebles de su dormitorio y le dijimos que en determinado lugar iba a ir su cama nueva, cuando me parece que se percató de lo que iba a pasar y creció su expectativa.
Para cuando trajeron su cama y la armaron estaba totalmente emocionado, quería ayudar a armarla y cuando volví al dormitorio para tenderla lo encontré acostado sobre la rejilla de la cama, sobre la madera, sin colchón, sábanas ni nada. No había forma de bajarlo, fue amor a primera vista y ese amor también se extendió a su dormitorio, ahora pasa mucho más tiempo jugando en él.
Acostumbrarse a la nueva cama

Uno de nuestros mayores miedos era que no aceptara la cama nueva y no quisiera dormir en ella, pero creo que la emoción por lo nuevo, además de que le explicamos que esa era su nueva cama porque ahora estaba grande, ayudó.
Hasta ahora no hemos tenido problemas, le encanta dormir en su cama, y al ser de una plaza los fines de semana nos podemos acostar juntitos a dormir la siesta. Escucharlo despertarse y sentirlo caminar hasta al lado de mi cama es sin duda alguna un indicador de lo rápido que ha crecido.
Tener una rutina de sueño también ayuda a que estos cambios sean más fáciles, al igual que en el baño, ya te conté anteriormente un poco de mi experiencia en la transición del bañito a la ducha.
Decorar el dormitorio

La decoración de la habitación también es importante, puede que tu niño o niña no se exprese demasiado, pero sin duda alguna debes de reconocer cuáles son sus juguetes preferidos. Colocarlos sobre la cama o decorar la habitación con un tema que le guste ayuda, es uno de los tips para que los niños dueman en su cama.
Creo que somos los padres los que le tenemos más miedo a esos pequeños cambios que ellos suelen llevar tan bien y adaptarse sin problemas.
¿En tu casa ya experimentaron el cambio a la cama? ¿Cómo respondió tu niño o niña? No dejes de contarnos tus experiencias.









