¡Cuidado! Hacer esto podría deformar la cabeza de tu bebé

Si observas con detenimiento a los bebés, podrás observar que algunos de ellos tienen la cabeza más plana de un lado o en el centro. A este tipo de deformidad se le conoce como plagiocefalia y, afortunadamente, es posible prevenirla para evitar problemas de salud a futuro.

¿Por qué se origina?

Durante las primeras semanas de vida, los huesos que componen el cráneo del bebé no están bien fusionados entre sí y son susceptibles a deformarse. Por supuesto, este cambio de forma no ocurre solo, es producto de que la cabeza reciba más presión en el lado derecho, el izquierdo o al centro.

Para prevenir la llamada ‘muerte de cuna’, los especialistas de la Academia Americana de Pediatría recomiendan que los niños pequeños duerman boca arriba, pero con la cabeza de lado. No obstante, si un bebé duerme la mayoría del tiempo de un solo lado, esto provoca que esa parte del cráneo reciba más presión, dando lugar a la plagiocefalia.

De igual forma, si el infante pasa mucho tiempo sentado en una carreola, recostado en una hamaca o en cualquier otra superficie plana, la parte central de la cabeza será la que tenga una apariencia más plana.

Un problema estético… y algo más

La plagiocefalia puede ser leve, moderada o grave, dependiendo de qué tan marcada sea la malformación en la cabeza. En el caso de los grados leve y moderado, se considera sólo como un problema estético; aunque no por eso carece de importancia, ya que podría acarrear problemas de autoestima durante la infancia o la adolescencia.

No obstante, si el problema está en un nivel severo, puede tener otras repercusiones en la salud. Algunos estudios demuestran que los niños con plagiocefalia grave pueden presentar problemas de coordinación durante los primeros meses de vida. También puede haber alteraciones en el equilibrio, sobre todo entre los 12 meses y los 3 años.

Otras investigaciones señalan que esto también puede dar lugar a una maloclusión dental, es decir, que la mordida del niño no esté correctamente alineada. Esto no sólo implica un problema estético, también puede causar dificultades para hablar y masticar.

¿Se puede evitar?

Afortunadamente, prevenir la plagiocefalia es muy fácil. Basta con vigilar que el bebé no pase más tiempo acostado de un lado que del otro. De ser así, los padres deberán revertir esta situación, la cabeza del niño del lado que no se muestra ‘plano’.

Mientras está despierto, es recomendable colocarlo un par de minutos boca abajo, para que los laterales y la parte trasera de la cabeza se libere un poco de la presión. Por supuesto, mientras esto ocurre el bebé no debe permanecer sin supervisión, ya que existe el riesgo de asfixia.

De igual forma, es importante que los juguetes y todo aquello que llame la atención del pequeño esté distribuido de manera uniforme a ambos lados de su cuna o moisés, esto para que no pase más tiempo mirando hacia un lado o hacia a otro. Así, la presión se distribuirá de manera uniforme y no se concentrará en una área en especial.  

De ser posible, también se debe regular el tiempo que los bebés pasan recostados en la carreola o cualquier otra superficie, para evitar que la parte central del cráneo sea la que se aplane. Aunado a esto, cuando un adulto cargue al bebé deberá procurar alternar ambos brazos o ponerlo boca abajo, para que el peso del pequeño no se recargue en un solo lado.

Si observas que tu bebé se inquieta cuando colocas su cabeza del lado contrario al que acostumbra (es decir, del lado que no presenta el aplanamiento), es posible que sienta incomodidad en esta nueva posición. De ser así, consulta con tu médico la posibilidad de utilizar un casco ortopédico corrector.

Aunque su nombre suena un tanto alarmante, en realidad es un accesorio muy sencillo, el cual ayuda a corregir la posición del bebé y solucionar la plagiocefalia antes de que se convierta en un problema más serio.

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