Consejos para padres para buenos y malos tiempos

Como padres, hacemos lo que podemos, con nuestras mejores intenciones y poniendo todo nuestro corazón. Dice Paulo Coelho, "Un guerrero de la luz es aquel que es capaz de entender el milagro de la vida, luchar hasta el final por algo en lo que cree y prestar atención a los ojos de un niño, porque ellos saben ver el mundo sin amargura".

Los padres somos un poco guerreros de la luz, tratando de guiar a nuestros hijos en este camino, que no siempre resulta fácil, llamado vida. La mejor paternidad se aprende de la experiencia, día a día.
De esa experiencia, nos nutrimos hoy para ofrecerte los mejores consejos para los buenos y los malos tiempos, para los tiempos de luz y los tiempos de oscuridad, para los tiempos de desafíos y los tiempos de logros.

Siempre dí la verdad, incluso cuando sea difícil

Porque la verdad es liberadora; porque es más difícil explicar sobre lo llovido, lo mojado; porque nuestros niños la merecen, explicándoles lo que puedan entender de acuerdo a la edad que tengan, porque de esa manera, ellos no nos mentirán a nosotros y nuestra palabra tendrá valor ante ellos.

Admite cuando estés equivocado

La experiencia nos enseñó que los ídolos suelen tener los pies de barro. Nadie es infalible y todos cometemos errores. Cuando te equivoques, admítelo y pide disculpas. Lograrás aún más respeto de tus hijos, porque de esa manera, ellos saben que podrán recurrir a tí cuando se equivoquen, sin miedo a ser juzgados.

Cuida de tí mismo

Si alguna vez viajaste en avión, ¿no te sorprendió que la azafata recomendara que primero la máscara de oxígeno se la debe poner el adulto antes de colocársela al niño? Para cuidar de nuestros hijos, debemos preservar nuestra salud y ser felices. Fortalece tu vida interior, encuentra tiempo para ti, regálate un libro para disfrutar de su lectura bajo los tibios rayos del sol, auqnue la casa se encuentre dada vuelta.

Respeta tus promesas

Promete sólo lo que estés dispuesto a cumplir. Recuerda que somos esclavos de las palabras. Las palabras son tan bellas que merecen un papel mejor que el de esclavizadoras.

Juega a ser niño

Creo que una de las mejores cosas que tiene la paternidad es que nos brinda la posibilidad de volver a transitar las baldosas de la niñez. Aunque ya no uses dos trencitas, disfruta del juego con tus hijos, transfórmate en el mejor payaso. Aprovéchalo mientras dure, porque la verdad dura poco.

Espera siempre lo mejor de ellos

Como padre, cree en las cosas que realizarán tus hijos antes de que se les ocurra hacerlas. Incentívale la imaginación y enséñales a desplegar las alas, ¡verás lo lejos que pueden llegar!

Escúchalos, con atención, con el corazón

Escúchalos, no como quien escucha la radio de fondo; escúchalos, aunque te repita las cosas por tercera vez, aunque su urgencia te parezca exagerada. Los años te demostrarán que quién fue bien escuchado, se transforma en un buen oyente, y quién sabe, cuántas veces necesitaremos los oídos atentos de nuestros hijos en nuestra vejez.

Por sobre todas las cosas, ámalos, ámalos con tus cinco sentidos; ámalos en los días grises y los días soleados; ámalos en tu apuro por llegar a la oficina; ámalos, en el desayuno compartido antes de ir al colegio; ámalos, cuando les pones límites; ámalos, en su primer desengaño amoroso; ámalos, en su primer rebeldía; ámalos en sus alegrías y en sus enojos.

Porque el amor es lo que hará de tí la mejor versión de padre que pueda haber de tí mismo.

¿Qué otros consejos acerca de ser padres te gustaría compartir?