La disciplina es un desafío para todas las familias. Todos buscamos guiar y educar a los hijos en un perfecto equilibrio entre respeto, amor y límites claros, idealmente en las líneas de la disciplina positiva y respetuosa. Pero a veces nos sucede que las teorías nos exceden y la falta de recursos nos llevan a usar métodos de los que no nos enorgullecemos, como lo son los gritos, que tanto daño y susto dan a los pequeños. ¿Se puede evitar gritar? Claro que sí.
Consejos para no gritar a los hijos


Hoy compartimos unos consejos de disciplina para padres que son muy útiles en esos casos en que la situación con los pequeños parece desbordarse y surgen los gritos. No te pierdas estos consejos para no gritar a los hijos.
Respirar y toma una pausa
En medio de una discusión o riña con tus hijos, no actúes sobre el enojo: respira. Toma una pausa. Esos minutos serán muy valiosos para enfriar la cabeza y disciplinar sin gritar.
Mencionar la conducta sin etiquetar
Si tu hijo ha olvidado recoger sus juguetes, gritarle que es un desordenado sólo provocará problemas: por los gritos y por la etiqueta que lo enmarca. Si en lugar de eso le dices con calma que debe ordenar, estás mencionando la conducta a modificar sin gritos y sin apuntar con el dedo. Tu hijo recibirá la directiva con más calma y tú también te evitarás gritar.

Aplicar la firmeza sin elevar la voz
Es importante recordar que si vivimos gritando, los niños no registrarán cuando estamos diciéndoles algo importante y en serio. Si hablas en una voz clara y firme, los niños aprenderán a escucharte con atención y a seguir tu guía con más respeto.
Ayudar a nombrar los sentimientos
Detrás de cada conducta agresiva hay una emoción. ¡Nunca lo olvides! Ayuda a tu hijo a aprender a nombrar sus emociones: enojo, decepción, miedo. Cuando comprendemos qué le sucede a un niño que se porta mal, actuaremos con más comprensión y compasión y podremos evitar gritar.
Cultivar un vínculo cercano
Una relación con buen apego entre padres e hijos favorece una mejor dinámica entre ambos y fortalece el entendimiento. Un niño que se siente cercano a sus padres se portará mejor y te evitarás gritar, ya que cuando haya situaciones que requieran tu guía podrás brindarla con más calma.
Escuchar
En medio de un conflicto, contén el impulso de gritar a tus hijos y realmente pregunta a tu niño qué le sucede. No des por sentado que sólo es una rabieta sin sentido. Y lo más importante: ¡escúchalo! A veces los niños necesitan un poco de comprensión y empatía. Si te muestras dispuesto a intentar comprender su enojo o frustración, los gritos y las riñas se reducirán.
Reconocer las señales de alarma
Es importante que como padres desactivemos el mecanismo de gritar cuando sentimos enojo, si queremos enseñar a nuestros hijos eso mismo: que no griten y se desborden cuando están enojados o frustrados. Cuando sientas enojo por la conducta de tu hijo recuerda que hay un problema por resolver para intentar comprensión y acercamiento en la familia. Reconoce cuando comienzas a sentir enojo, tómate unos minutos para calmarte y evita así gritar por impulso.

Estos consejos para no gritar a los hijos, junto con otros consejos sobre disciplina positiva que ya hemos compartido en EntrePadres, te ayudarán a cultivar el respeto y la armonía en tu familia.









