Proveerle a su bebé una alimentación balanceada y suficiente, es una de las prioridades que tienen las mamás.
Congelar y almacenar la leche materna es una buena opción: 10 tips para hacerlo correctamente
Por:Raquel Ortiz
Por ello, muchas mujeres siguen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y apuestan por la lactancia materna como único alimento durante los primeros seis meses de vida de su pequeño.
La lactancia no sólo le provee al bebé las vitaminas, minerales, proteínas, anticuerpos, grasas y azúcares esenciales que necesita para crecer sano y libre de enfermedades, también es un extraordinario proceso donde el vínculo mamá-bebé se profundiza y consolida aún más.
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Lo ideal es que todas las mamis tengan el tiempo suficiente para poder disfrutar de estos momentos piel a piel, donde el bebé se nutre de la leche materna.
Sin embargo, el acelerado ritmo de vida a veces no nos permite gozar de este proceso en todas las tomas de comida del pequeño.
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En este sentido, muchas mujeres optan por extraer la leche materna y tener una reserva de este nutritivo líquido, para los momentos en que no sea posible amamantar a su pequeño.
Asimismo, algunas mamás producen más leche de la que el bebé necesita, por lo que extraerla y almacenarla es una excelente forma para tener una reserva en el congelador.
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A continuación te damos 10 tips para saber cómo congelar, almacenar y descongelar la leche materna.
#1 Asegúrate de tener las manos limpias
La extracción de leche la puedes hacer manualmente o con un extractor de leche manual o automático. Cualquiera que sea la técnica, es muy importante que antes de empezar el proceso te laves las manos con agua y jabón neutro.
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#2 Ocupa bolsitas o envases diseñados para almacenar la leche materna
Hoy en día existen bolsitas diseñadas específicamente para almacenar la leche materna. En caso de no tener acceso a este tipo de bolsitas, puedes ocupar recipientes perfectamente limpios, preferentemente de vidrio.
La Oficina para la Salud de la Mujer de EUA advierte que nunca debes utilizar bolsas desechables o de plástico herméticas (tipo ziploc) para la leche materna extraída.
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Asimismo, comenta que en caso de ocupar envases de plástico, es importante que no utilices aquellos que tienen en el símbolo de reciclaje el número 7, ya que esto indica que el recipiente puede tener BPA.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, el BPA es una aditivo que tiene efectos negativos importantes en la salud de las personas, sobre todo en los bebés y niños pequeños.
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#3 Almacena con base en la cantidad de leche que le darás por cada toma
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), lo más recomendable es que cada bolsa o recipiente de leche materna tenga la cantidad aproximada que le darás a tu bebé en cada alimentación.
Por ejemplo, puedes hacer bolsitas de 2, 3, 4 onzas, etc. para que de esta forma no se desperdicie la leche.
#4 No llenes hasta el tope
Asimismo, los expertos de CDC comentan que es importante no llenar hasta el tope el recipiente, ya que la leche se expande a medida que se congela. Deja un espacio de aproximadamente una pulgada, para evitar que se desborde.
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#5 Marca cada leche
En cada bolsita o recipiente deberás anotar el día y la hora en la que extrajiste la leche. De esta forma siempre sabrás cuál es la leche más antigua, para así ocuparla antes que cualquier otra.
#6 Respeta los tiempos de almacenamiento de la leche materna
Es importante que conozcas los tiempos de almacenamiento de la lecha materna extraída, para que así la coloques en el mejor sitio y puedas usarlo dentro de su lapso de vida ideal.
#1 Temperatura ambiente (hasta 25°C)
Si extraes la leche para utilizarla un poco más tarde en su biberón, puedes dejarla a temperatura ambiente.
De acuerdo con la Oficina para la Salud de la Mujer de EUA, la leche a temperatura ambiente puede mantenerse en buenas condiciones durante un máximo de cuatro horas.
#2 Refrigerador
Si optas por guardar la leche en el refrigerador, puedes ocuparla hasta 4 días después.
#3 Congelador
El congelador es el mejor sitio para almacenar la leche materna, siempre y cuando no planees utilizarla en los siguientes cuatro días.
De acuerdo con la Oficina para la Salud de la Mujer de EUA, lo más recomendable es que uses esta leche en un plazo menor a 6 meses.
Si bien la leche materna congelada puede conservarse hasta por 12 meses con una calidad aceptable, entre más tiempo esté almacenada menor cantidad de nutrientes tendrá. En este sentido, Mayo Clinic explica que:
quote: Mientras más tiempo almacenes la leche materna (ya sea en el refrigerador o en el congelador), mayor será la pérdida de vitamina C de la leche.
#6 No guardes la leche en la puerta del refrigerador o congelador
Lo más recomendable es que almacenes la leche en la parte más fría del refrigerador o congelador, es decir, al fondo.
De acuerdo con los expertos de CDC, ponerla en la puerta ocasiona que experimente cambios de temperatura con el abrir y cerrar del electrodoméstico.
#7 Siempre descongela la leche más antigua
La fecha y hora de cada una de las bolsitas o envases de leche te ayuda a saber cuál es la leche que lleva más tiempo almacenada.
#8 Nunca descongeles en el microondas
Por muy tentador que sea, es súper importante que nunca descongeles la leche materna en el microondas. De acuerdo con los expertos de CDC:
quote: El microondas puede destruir los nutrientes en la leche materna y crear puntos calientes que pueden quemar la boca del bebé.
#9 Descongela de manera segura
Lo más recomendable es descongelar la leche en el refrigerador, durante toda la noche. También puedes poner la bolsita dentro de un recipiente con agua tibia o bajo el chorro de agua tibia para descongelar.
#10 Usa dentro de un lapso máximo de dos horas
Una vez que la leche esté descongelada y se encuentre a temperatura ambiente, es necesario que sea consumida dentro de las siguientes dos horas.
La Oficina para la Salud de la Mujer de EUA advierte que una vez que haya pasado ese lapso, es necesario desecharla.
quote: Nunca vuelvas a congelar la leche materna una vez que se haya descongelado.
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