¿Cómo son los niños entre los 6 y los 9 años?

Si me hacen esta pregunta a mi, y me guío por la bella exponente que vive en mi casa, Micol de 8 años, diría que son maravillosamente despiertos, ávidos de información... Si son niñas no saldrán de la casa, sin antes comprobar en el espejo que está todo bien con su imagen. Y son muy, muy compañeros.

Aunque no todos son iguales, hay algunas características comunes de los niños para cada edad, que tienen que ver con la capacidad de razonamiento y las diferentes etapas de aprendizaje. Hoy vamos a ver algunas características de los niños entre 6 y 9 años.

Un espíritu inquieto y preguntón

Nuestros pequeños en esta etapa comienzan a observar de manera más detenida el mundo que los rodea y desean saber, y no pararán hasta complacer su curiosidad, el por qué suceden ciertas cosas; las causas y efectos de los acontecimientos cotidianos y no tanto, que ocurren en su vida.

También sienten que el mundo tiene que girar alrededor de ellos, se vuelven más egocéntricos, sienten que sus demandas deben ser atendidas en primer término y pueden sentirse bastante desairados si eso no ocurre.

Son muy susceptibles y sienten que cuando una persona actúa mal con ellos, lo hizo deliberadamente con la intención de lastimarlos. Por eso, deberás ayudarlo para que no se victimice o utilice la venganza como respuesta a lo que siente.

Aprendiendo las consecuencias de sus actos

Es en esta etapa, donde los niños empiezan a tomar conciencia de que cada uno de sus actos traerá consecuencias y deberán hacerse responsables de ellas. Háblale acerca de la importancia de ser honestos y de no utilizar la mentira como camino fácil para la resolución de conflictos.

También en esta etapa intentán probar los límites de tu paciencia, muchas veces con picardía propia de la edad; por ejemplo, repetirán cosas que escucharon posiblemente en la televisión, como expresiones inadecuadas, y que saben que tú no estás de acuerdo conque las repitan. Reitérale la importancia de no utilizar expresiones groseras y supervisa los programas de televisión con los que tu hijo se entretiene.

Esta es una etapa maravillosa, ni grandes ni pequeños, ni dependientes ni independientes, un término medio que una vez más pondrá a prueba nuestra maternidad, y la que seguramente pasaremos airosas con mucha paciencia, mucho amor y mucho disfrute, ¡por qué no!

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