Cómo sobrellevar los retos de aculturación entre madres e hijas

Laura Gómez tiene 35 años, es madre de dos niños, es esposa y trabaja en Publicidad. Laura llegó a Estados Unidos hace 14 años por consejo de su mamá, Ilia, quien siempre ha sido una gran influencia en la vida de su hija. Ilia no solo aconsejó a Laura a venir a los Estados Unidos, sino que también le aconseja cómo vestir, cómo criar a sus hijos, cómo llevar su casa, cómo cuidar su salud, entre muchas otras cosas.

Eso no quiere decir que Laura siempre hace lo que Ilia le dice, pero como buena mamá, Ilia espera que su hija haga lo que ella le aconseja. Y no es raro que Ilia espere tanto de su hija. Según un estudio, las madres latinas y afroamericanas dan más valor a la obediencia, que otras madres de otros grupos culturales.

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Retos de la relación

La relación entre madre e hija es siempre compleja, y si se trata de mamás e hijas hispanas, a las que le tienes que sumar los retos de aculturación o de distancia entre países –tú vives en Estados Unidos y tu mamá visita de vez en cuando - la complejidad puede ser aún mayor.

Por lo general las hijas nos quejamos de que nuestras madres no quieren dejar de ‘criarnos’ o decirnos qué hacer; que nuestras progenitoras son demandantes o que en el caso de las mamás hispanas, se contradicen. Por un lado, nos dicen que estamos gorditas y por otro nos reclaman que no comemos nada.

Mientras tanto, las mamás se quejan de que las hijas no quieren seguir consejos o que no nos hacemos cargo de ellas, o de que hemos aprendido muy malas costumbres en Estados Unidos. Las mamás latinas siempre van a traer a la conversación la forma en la que la criaron a ella, o en el caso de las mamás latinas que emigraron a los Estados Unidos, siempre recordarán cómo se criaron en sus países.

Cómo evitar el conflicto

Aún las diferencias, el vínculo o bond entre madre-hija es uno irreemplazable. ¿Qué podemos hacer para que la relación sea más llevadera en momentos de enfrentamiento, o qué le podemos decir a mamá en ese momento en el que no necesitamos una ‘reprimenda’?

Hijas:

Acepta las diferencias culturales - Haz el esfuerzo por entender de dónde 'viene' tu mamá. No literalmente, sino culturalmente hablando. Entender la cultura donde ella fue criada, te ayudará a mantener una comunicación más abierta y explicarle las diferencias que tienes con ella.

Establece tus límites – Si deseas mantener una relación positiva con tu mamá pero siempre terminan discutiendo, considerara tener algunas reglas básicas para que estén claras. Por ejemplo, si dentro de tu plan de crianza de tus hijos está usar el ‘ time-out’ en vez del castigo físico, pero tu mamá no cree que ese es la manera de hacerlo, déjalo claro desde un principio. 

Reconoce que mamá puede tener buenas ideas – No siempre lo que dice tu mamá esté tan distante de la realidad. Tal vez sí necesites hablarle más español a tus hijos para que tengan un segundo idioma, o debas conocer más a los papás donde ellos van a pasar su ' sleep-over'.

Mamá:
Acepta las diferencias culturales – Este no es solo un consejo para las hijas, sino también para las madres. No hay por qué criticar las diferencias que moldearon a tu hija. Ella seguramente usará cosas que aprendió de su cultura latina e implementará aquellas que le sirvan de 'la nueva'. Si ves que el ' time-out' es lo que a ella le funciona, acepta que es distinto a lo que estás acostumbrada pero que no necesariamente esté mal.

Comparte cómo fue tu relación con tu mamá – Así tu hija sabrá de dónde vienen tus costumbres, tus temores o tus aciertos como mamá. Háblale cómo te criaron en tu casa o tu país de origen. Ella podrá entenderte mejor.

Escucha – Si tu hija viene con un problema, escúchala. Tal vez sea lo único que necesite en ese momento.

Esperamos que estos consejos te ayuden a llevar una relación positiva con la autora de tus días. Si tu problema no es con tu mamá, sino que es con la mamá de tu pareja, no te pierdas estos consejos para mejorar la relación con tu suegra.