¿Cómo sé si mi bebé está tomando suficiente leche?
Durante el embarazo muchas veces resulta difícil contener el deseo de conocer a nuestro bebé. Una vez que el momento tan ansiado llega, también suele surgir un torbellino de emociones que abarca múltiples alegrías, pero también algunos miedos. En este sentido, podríamos decir que las dudas más frecuentes de las mamás recientes están vinculadas a la lactancia y, en particular, al hecho de saber reconocer si el bebé está tomando suficiente leche.
Para ayudarte a transitar este proceso, hoy te contamos 3 señales a tener en cuenta que te servirán como guía (y un tip extra sobre el llanto del bebé). Encuéntralos a continuación.
Señales
1. Pañales mojados
Una de las formas más simples de saber cuándo el bebé está tomando suficiente leche es observar los pañales. Durante las primeras 48 horas es probable que moje entre 2 a 4 pañales. A partir del quinto día, el bebé moja aproximadamente de 6 a 8 pañales por día. La orina debe ser clara y sin olor. Si, en cambio, observas una orina oscura, es probable que no esté recibiendo suficiente leche.
2. Movimientos intestinales
Ellos serán otros indicador certero. Durante los primeros días de vida el bebé libera una sustancia llamada meconio de color verdoso a negro. A medida que va incorporando el calostro de la leche, las excreciones van cambiando y se tornan más acuosas y luego pastosas.
En estos días el color es similar al de la mostaza y emana poco olor. Entre las semanas 3 y 4 el bebé cambiará el patrón: en vez de mover el intestino varias veces al día comenzará a hacerlo 3 veces al día o incluso menos.
3. Aumento de peso
La gran mayoría de los bebés pierde algo de peso durante los primeros días, pero tiende a recuperarlo en las dos semanas subsiguientes. Un aumento de peso constante y regular es otra señal clara de que está recibiendo suficiente alimento.
Tip: el llanto no implica necesariamente falta de alimento
Si tu bebé llora luego de las tomas, lo más probable es que este llanto no esté vinculado con la carencia de leche materna, sino con otras problemáticas, como, por ejemplo, cólicos o molestias en determinadas partes de su cuerpo (típicas del reajuste de su organismo a la nueva atmósfera).
En caso de que tu pequeño se cuelgue de las mamas pero no tome leche, no te preocupes, es que en ese momento está en búsqueda de calor y amor materno, y no tanto de alimento. Recuerda que la lactancia es una oportunidad magnífica no solo para nutrir con nuestro cuerpo al bebé, sino también para generar lazos fuertes y duraderos.
Para las madres recientes, la lactancia es definitivamente uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan. Contar con suficiente información al respecto te hará sentir mucho más segura y tranquila al momento de brindarle alimento a tu pequeño. Recuerda, además, que la contención y el apoyo son también pilares fundamentales para atravesar de manera armoniosa este proceso.
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