Miro hacia atrás, y me siento como dentro de un reloj de arena, donde el tiempo pasa rápidamente y se escurre entre mis dedos como el mismo polvo dorado. Parece que fue ayer cuando mi madre me hacía las dos trencitas para concurrir al colegio bien prolija. Parece que fue ayer cuando obtuve mi primer empleo a los 18 años y me sentía importante, imparable. Parece que fue ayer, cuando me reconocí en la mirada de un hombre e iniciamos una familia. Parece que fue ayer, cuando me convertí en madre y ya nada faltaba para realizarme. Había plantado un árbol, había escrito un libro y había tenido dos hermosas hijas.
Cómo mantener las tradiciones familiares

Miro hacia atrás y me alegra haber mantenido esas tradiciones que hacen a la esencia de uno, que representan una herencia familiar única e irrepetible. Porque sin memoria es imposible construir el futuro; sin pertenencia nos volvemos naúfragos buscando eternos puertos de promesas.
Por eso, hoy en EntrePadres te invitamos a revalorizar las tradiciones, esas que se heredan de generación en generación y que nos mantienen afianzados a la tierra, como el algarrobo en la pampa, como el cactus en el desierto.
¿Por qué es importante mantener las tradiciones en nuestros hijos?
Porque cuando inculcamos rutinas y tradiciones en nuestros hijos, les estamos dando algo más que recuerdos en los álbumes de fotos, les estamos entregando valores en el presente para que puedan forjar un futuro auspicioso. Las tradiciones refuerzan las creencias fundamentales, ayudan a construir la autoestima, dan herramientas para lidiar con el estrés, los miedos y la ansiedad y proporcionan a nuestros pequeños un sentido de control, seguridad y continuidad.
¿Cómo fomentar las tradiciones en nuestros pequeños?
Cuando mi hija más pequeña empezó a perder sus primeros dientes de leche era obvio que esperaba la visita del Ratón Pérez. Cuando llegó la noche y teníamos que dejar su diente debajo de la almohada, se negó. Le pregunté qué le pasaba y me contestó, muy angustiada, que ella lo quería al Ratón Pérez, pero que no quería que caminara por su almohada y agregó que no quería que se enterara, porque no quería que se ofendiera.
No lo puedo negar; me conmovía que, pese a sentir rechazo de imaginar que un ratón correteara por su cama, aún así pensara en cómo se sentiría el Ratón Pérez si se enterara de su rechazo. Como no podíamos perder una tradición tan importante, le escribimos una nota al Ratón Pérez, explicándole que los dientes de Micol quedarían en la puerta de su habitación, acompañados siempre de una rica galletita de chocolate. Así mi hija no se angustió más ante la pérdida de un diente, y yo tuve una excusa perfecta para saborear una rica galleta de chocolate.
Para fortalecer las tradiciones es importante repetir las rutinas más de una vez. Cuando yo era chica, los domingos era el día de ir al cine a ver una película, y ese recuerdo permanece imborrable en mi memoria.
Registra las historias y los momentos que vivas con tus hijos en audio y en video. No hay cosa más divertida que ver en familia los videos de cuando los niños eran chicos y compartirles los recuerdos que tenemos de esos días.
Conserva algunos de sus primeros cuadernos del colegio, algunos de sus juguetes y libros preferidos. Yo aún conservo, la muñeca "Mamá", de Rayito de Sol, una bella muñeca, que acuna a su bebé dándole cuerda, mientras abre y cierra los ojos, al son de una canción de cuna. Hablo en presente, porque aún funciona y la custodio como una reliquia.
Reúnete con tu familia, honra esos lazos que incluso pueden hacer que sientas más cerca a las personas que ya han partido.
Mis dos padres ya no están físicamente conmigo, y a pesar de que las celebraciones de Nochebuena y de Año Nuevo nunca serán lo mismo, los honro viviéndolas con alegría, porque eso es lo que ellos me legaron. Y ese es, sin lugar a duda, el mejor tributo a ellos y a las tradiciones que me enseñaron.
Comparte cuáles son esas tradiciones que para tí son importantes para inculcar en tus hijos.









