Cómo lograr nuestros objetivos en el nuevo año

Cuando se termina un ciclo, se realiza un balance con las experiencias vividas; se sopesa lo bueno que hemos incorporado a nuestras vidas y aquellas cosas que todavía no hemos logrado alcanzar. Cuando se termina un año, este proceso de introspección no es ajeno a nuestras vidas. Cansados, pero esperanzados también miramos hacia adelante, planificando qué objetivos queremos lograr en el nuevo año que se inicia.

Si algo aprendí en estos cuarenta y cinco años de vida es que para lograr nuestros sueños -porque de eso se tratan las metas- debemos organizar una planificación honesta y ordenada, donde detallemos los objetivos a alcanzar, los pasos a seguir para lograrlos y un tiempo de comienzo y de término para trabajar en ellos. Hoy te contamos algunos consejos para plantearse metas y lograr nuestros objetivos en el nuevo año.

Comenzando a planificar

Primero, busca un lugar donde sólo puedas tener un diálogo interior, honesto y tranquilo; puede ser un rincón preferido de tu jardín donde la naturaleza pueda ayudarte a concentrarte; puede ser mientras realizas un relajante baño de inmersión, etc.

Una vez que te conectaste con tus deseos más profundos, elige aquellos con los que puedas trabajar en el plano real; escríbelo en un cuaderno, al igual que los pasos a seguir y cuándo comenzarías y terminarías. Por ejemplo, si quieres conseguir un trabajo con mejores posibilidades, coloca este pensamiento como objetivo, detalla los pasos a seguir para lograrlo como por ejemplo, todos los días buscar en las páginas de internet de bolsas de trabajo nuevas posibilidades, enviar cinco currículum por día, aprovechar las ventajas de las redes sociales para informar a todos tus conocidos acerca de tu búsqueda laboral, etc.

Para lograr las metas es importante el trabajo diario, el universo responde a nuestro trabajo y a nuestro pedido de una forma misteriosa.

Paciencia para lograr los objetivos

Tal vez no los hayas logrado porque te has puesto metas inalcanzables, ajenas a tus posibilidades y a tu potencial. O tal vez, las metas sean posibles de lograr, pero siempre lo intentas realizando los mismos pasos. Tal vez debas revisar ésto e intentar nuevas estrategias, recuerda que todos los caminos conducen a Roma.

La paciencia es amarga pero sus frutos son dulces, dice el refrán. Y paciencia es uno de los ingredientes principales cuando nos planteamos el logro de objetivos. Si deseas cambiar un mal hábito, como puede ser fumar, por ejemplo, no esperes lograrlo en uno o dos días. Recuerda que este tipo de compromiso es día a día y para el resto de tu vida.

Al mal tiempo, buena cara

Si los sueños se consiguieran con sólo pensarlo, la vida sería tal vez más fácil, pero muy monótona. En el camino, te encontrarás seguramente con escollos, ante los cuales no debes desanimarte; al contrario, recibe el desafío para poner a prueba tu capacidad creativa y de resolución; mantén la avidez de exploración de un niño, su capacidad de asombro y cuando estés por bajar los brazos, recurre a los amigos y familiares, en busca de apoyo y palabras de aliento.

Es hora de visitar mi jardín zen para planificar mis objetivos para el año que se avecina.

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