Es genial cuando un hijo está cautivado por lo que aprende en clase o fascinado por todo lo que dice su maestro. Pero algunos niños temen hacer preguntas en clase por miedo a que se rían de ellos, o por si lo que tienen que decir resulta ser una pregunta tonta. Esto normalmente ocurre porque estos niños no están seguros de cómo buscar las palabras exactas a los pensamientos para transmitirlo en voz alta.
Cómo fomentar la participación de tus hijos en clase

En las aulas normalmente hay chicos y chicas tímidas que tienen inseguridades. Los niños necesitan autoconfianza, la es crucial tanto para las relaciones familiares como en las relaciones personales.
Es importante que tanto padres como educadores escuchen siempre lo que los niños tienen que decir y que NUNCA les digan que lo que están diciendo es una tontería, porque para ellos no lo es. Además cuando los niños sienten curiosidad por algo nuevo, en ese instante está construyendo su autoestima y es imprescindible que sepa que los adultos de su alrededor se toman en serio sus preguntas. La falta de oportunidades para los niños puede provocar apatía y desgana en su curiosidad.
Tu hijo puede empezar a construir la confianza en sí mismo desde casa, tú también puedes fomentar la curiosidad en clase y el aumento de su confianza. ¿Cómo? No pierdas detalle.
Primero fomenta la autoconfianza fuera de la clase
Para los niños, un aula llena de compañeros, un adulto, la pizarra... todo esto le puede hacer sentir nervios e impedir hablar en clase. Para fomentar su autoconfianza puedes hacerle diversas preguntas para que te responda, o animarlo a hablar con los empleados del supermercado, sus vecinos...con otras personas.
Todos los días es importante que le preguntes a tu hijo qué es lo mejor y lo peor que ha pasado en la escuela en ese día, de este modo, además de fomentar el vocabulario, también estarás fortaleciendo el vínculo afectivo. Pero después de preguntarle a él tendrás que cambiar los papeles y dejar que tu hijo te pregunte qué es lo mejor y lo peor que ha pasado en tu día de trabajo. Cuando le des una respuesta intenta que sea siempre positiva.

No actúes como si lo supieras todo
Cuando hables con tus hijos evita tomar el papel de “sabelotodo” porque eso hará que parezcas un “ser superior”. Para que tu hijo aprenda de ti y realmente respete tu postura, debes enseñarlo mediante el juego.
Si tu hijo te pregunta por ejemplo por qué hay árboles en el mundo, puedes responder con otra pregunta para que él piense la respuesta (que tal vez ya la sabe, solo necesita reafirmarción).
También es ideal que cuando esté haciendo los deberes y te pregunte cómo se escribe una palabra, en lugar de darle la respuesta sin más le ayudes a descubrir cómo se escribe pronunciándola juntos o mirando en el diccionario.

Anima a tu hijo a hablar con sus compañeros de clase
Aún recuerdo cuando de pequeña, al salir de la clase y al hablar con mis compañeros ellos tenían las mismas preguntas que yo en la cabeza, nadie se atrevía a preguntar y todos nos quedábamos con la duda, hasta que me cansé de quedarme siempre pensando y al final empecé a preguntar las cosas en clase, ¡y mis compañeros me daban las gracias al salir por hacerlo!
Resulta importante que animes a tus hijos a tener conversaciones con sus compañeros para que se dé cuenta que no está sólo. El hacerlo le dará el impulso que necesita para poder participar en clase.
Es muy importante que para tu hijo que pueda desarrollar confianza en sí mismo para que pueda participar más en clase sin vergüenza ni miedos. Por eso necesitará tu apoyo y tu comprensión ante su curiosidad diaria.
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María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona, España, en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008 trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.









