Es una situación bastante embarazosa cuando estamos con nuestros hijos y los niños insultan a alguien, ya sea a otro niño o a un adulto. Es importante que no dejemos pasar por alto esta situación y que hablemos con nuestros hijos al respecto, de lo contrario podría tornarse en un hábito muy difícil de modificar. Por eso hoy vamos a ver algunos consejos para saber cómo evitar que los niños insulten.
Cómo evitar que los niños insulten


Educar con el ejemplo es el consejo más importante que te damos. Lo que los niños aprenden en casa luego lo repetirán en todos lados, por ello es fundamental que no escuchen en su hogar malas palabras o que otras personas se insultan, ni siquiera en tono de broma.
Niños curiosos
Muchas veces los niños no saben realmente que están agrediendo en cierto modo a alguien, como cuando dicen: “¡Mira mamá la nariz de ese señor!” o “¡Mira papá que fea es esa señora!”. En estas situaciones ellos no están insultando intencionalmente, sino que están expresando y compartiendo su curiosidad. En estos casos, si detectamos que la persona lo ha escuchado, deberemos ofrecer rápidamente una disculpa y decirle a nuestro hijo que hablaremos al respecto luego.
Cuando estemos en casa con tranquilidad debemos explicarle que todas las personas tenemos diferentes apariencias y, que si bien el aspecto de alguien puede llamarnos la atención, no debemos señalarlo porque puede resultar ofensivo.

Insultar puede parecer gracioso
A veces los niños pequeños han aprendido en la televisión o de otros niños algún insulto agraviante y tal vez le parezca que está diciendo algo gracioso. En estos casos debemos explicarle que lo que acaba de decir es un insulto y que no debe volver a repetir este tipo de palabras en ningún ámbito.
La forma de encarar la situación será diferente dependiendo de la edad de tu hijo. Si tu niño tiene entre 4 o 5 años ya está en condiciones de entender cuando le dices que fue grosero, que ha lastimando a la otra persona, y que no debe utilizar ese tipo de expresiones.
En el caso de niños más mayores, en general ya conocen cuáles son las palabras que podrían ser ofensivas y que por lo tanto no deben decirlas a nadie. Si tu hijo ha insultado a alguien pregúntale primero por qué lo ha hecho, luego explícale que su actitud no ha sido adecuada y que te ha hecho enojar, finalmente invierte la situación y pregúntale cómo se sentiría si alguien lo insultara.
Habla con tus hijos al respecto
No importa la edad del niño, el diálogo siempre es la mejor manera de enfrentar este tipo de problemas, pues es la única forma en la que los niños entenderán por qué no deben tener este tipo de actitudes. Si les gritas o los castigas sin darles ninguna explicación, no comprenderán que su comportamiento no ha sido adecuado.
Castigarlos es una buena medida disciplinaria en caso de que la situación se repita, pero no olvides siempre darles una explicación, sino el castigo será inútil porque no aprenderán nada de él.









