Dejar a los bebés pequeños en una guarde ría o jardín maternal implica una adaptación tanto para el bebé como para la mamá. Las madres que tienen que volver al trabajo luego de la baja maternal se enfrentan a muchos desafíos y dudas a la hora de dejar a los pequeños al cuidado de otras personas. Pero si eliges un lugar adecuado y se siguen algunos pasos para hacer más fácil la transición, puede ser una experiencia más amena para todos. Hablemos hoy de la adaptación al jardín maternal o guardería.
Cómo ayudar a un bebé a adaptarse al jardín

Elegir una guardería de confianza
El primer paso es elegir una guardería donde te sientas tranquila al dejar a tu bebé. Realiza todas las entrevistas y consultas necesarias sobre sus programas, métodos y rutinas diarias, y pide asistir a un visita al sector de jardín maternal para tener una idea de cómo estará tu bebé allí. También es una buena idea buscar un sitio con referencias de otras familias con experiencia en esa institución.
Establece una rutina antes de comenzar la guardería
Aunque los bebés no saben de horarios, sí saben de ritmos y es posible acostumbrarlos a unas actividades cotidianas. Una buena idea es comenzar la adaptación a la guardería antes de comenzar a asistir, por ejemplo saliendo todos los días por la mañana unas semanas antes de la casa o pidiendo a un abuelo que lleven al bebé a un paseo en ese horario. Así el bebé se irá acostumbrando al ritmo para que luego sea más fácil cuando los padres lo dejan en el jardín.

Establece un vínculo de confianza con los cuidadores
Te recomendamos visitar varias veces la guardería previamente y establecer un diálogo de confianza con todos los cuidadores del lugar. Una de las claves para que el bebé logre adaptarse al jardín maternal es que la mamá esté tranquila y confiada en el lugar donde lo deja. Los bebés perciben esa confianza o por el contrario la falta de seguridad de los padres, por eso este es un aspecto importante para ayudarles a acostumbrarse al nuevo lugar.
El proceso de adaptación lleva tiempo
Los bebés no tienen una noción del tiempo ni de la distancia, y les cuesta hacerse a la idea de que los padres se irán y luego volverán. Esta adaptación lleva tiempo, por eso es importante ser conscientes de que es normal que el bebé llore al principio. Ser consistente de lo que sucederá en las primeras semanas nos ayuda a prepararnos mejor.
Ten paciencia. Al principio será un desafío para todos pero con la ayuda de cuidadores amorosos y de paciencia y amor con el bebé, pronto la adaptación al jardín maternal habrá sido un éxito.









