Los beneficios de los pescados y mariscos son su alto contenido de proteína, ácidos grasos omega-3, zinc y calcio. Sin embargo, existen algunas salvedades que deben ser especialmente tenidas en cuenta durante el embarazo, relacionadas con los niveles de mercurio y otros elementos tóxicos que se encuentran en muchos pescados. Algunos tipos específicos acumulan niveles de este metal que exceden lo que puede considerarse seguros.
Comer pescado en el embarazo: algunas precauciones

Si consumes pescado regularmente, esta sustancia se acumula en tu torrente sanguíneo a lo largo del tiempo, y niveles altos de mercurio en sangre pueden dañar el desarrollo del sistema nervioso y el cerebro de tu bebé. Esta es una lista de precauciones a tener en cuenta en relación al consumo de pescado en el embarazo:
-No consumir tiburón, pez espada, caballa ni blanquillo, ya que son los que contienen niveles más altos de metil mercurio.
-Consumir pescado comprado, no pescado informalmente.
-Limitar la ingesta de pescado y mariscos a 340 grs por semana (una ración tiene entre 80 y 170 grs: no más de 1 o 2 veces por semana)
- Evita el sushi y cualquier preparación con pescado crudo o poco cocido.
-Siempre mantener el pescado que vayas a consumir en el congelador hasta el momento de prepararlo.
Salmón, atún (en pequeñas cantidades) mariscos como el langostino o cangrejo, otros pescados enlatados y peces pequeños de mar son más seguros para mujeres embarazadas y amamantando. Sin embargo, limita dentro de lo posible su ingesta a cantidades pequeñas y espaciadas, siempre averigua la procedencia del pescado si vas a comer en un restaurant y asegúrate que esté bien cocinado antes de ingerirlo.









