En el primer año de vida el mejor alimento que puede recibir nuestro bebé es la leche materna, ya que posee múltiples beneficios para nuestro bebé. La salud de nuestro bebé mejora sustancialmente cuando recibe leche materna porque los niños que la reciben logran tener menos infecciones en los oídos, en el tracto respiratorio y urinario y tienen menos posibilidades de desarrollar obesidad en la niñez.
Beneficios de la leche materna

Los complementos de leche contienen vitaminas que son indispensables para la salud. En cambio la leche materna posee anticuerpos, nutrientes y proteínas que protegen a nuestro bebé de enfermedades, ayudándolo a crecer con fortaleza. Por eso, durante los primeros seis meses es indispensable que reciba la leche materna.
Otro de los beneficios que representa el amamantar a nuestro bebé con nuestra propia leche es que, el mismo acto de hacerlo genera un vínculo entre madre e hijo que es indispensable para el recién nacido. El recién nacido no sólo se está alimentando sino que también está recibiendo los mimos y la protección que necesita. Al succionar del pecho materno, hace mayor ejercicio que al succionar de mamadera, lo que lo cansa más y luego del alimento por lo general duermen una siesta.
Todas las madres podemos dar pecho a nuestro hijo e inmediatamente después de dar a luz es cuando tenemos la posibilidad de producir la mejor leche. En caso de cesárea, cuesta un poco más que salga la leche materna, pero no es algo que genere problemas, porque el pecho comenzará a producir leche con el estímulo de succión del recién nacido. Siempre lo más importante es ponerlo al pecho lo antes posible luego del parto.
En el momento en que decidamos dar un complemento a nuestro hijo si cortamos la producción de leche, es probable que nos quedemos sin la posibilidad de volver a darle leche materna de nuevo porque se cortará la producción.








