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Baja presión en el embarazo

Imagen thinkstock

La presión baja es un problema común que generalmente se soluciona fácil, y no supone ningún riesgo grave para la salud. Sin embargo, aunque nunca hayas sido de presión baja, en el embarazo se producen muchos cambios en la presión arterial que pueden afectarte. Si quieres saber qué hacer en caso de que sufras baja presión en el embarazo, te animo a que sigas leyendo este artículo.

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¿Por qué baja la presión durante el embarazo?

La circulación se expande durante el embarazo, ya que aumenta la cantidad de sangre que una mujer tiene y el corazón tiene que hacer un trabajo más grande para moverla alrededor del cuerpo. También se llevan a cabo un montón de cambios hormonales que hacen que los vasos sanguíneos se dilaten, por lo que la presión disminuye.

Por si fuera poco, el útero crece, por lo que puede poner presión en las venas y por ende restringir el flujo de sangre. El punto más bajo se da durante el fin del segundo trimestre, y luego repunta un poco.

Entre los síntomas más comunes de la baja presión en el embarazo encontramos los mareos y desmayos, que pueden empeorar si nos paramos de golpe o hacemos algún movimiento brusco.

También podemos sentir un mareo leve al levantarnos o náuseas. Sin embargo, la presión baja que se desarrolla durante el embarazo no tiene los síntomas de una severa hipotensión -fallo en los riñones, trombosis o ataque al corazón-.

Cómo luchar contra la hipotensión en el embarazo

Hay algunas formas de minimizar los mareos producidos por la baja presión durante el embarazo, que son muy simples de llevar a cabo:

  • Sentarse o acostarse si se siente debilidad, para evitar golpes y caídas.
  • Evitar pasar de una posición sentada o acostada a de pie demasiado rápido.
  • Acostarse sobre el lado izquierdo para aumentar el flujo de sangre al corazón.
  • Evitar acostarse boca arriba luego del primer trimestre.
  • Evitar permanecer mucho tiempo de pie, porque de esta forma estaremos llevando más sangre a los pies y piernas, y por ende tendremos menos sangre circulando en el resto del cuerpo.
  • Beber mucha agua: la deshidratación puede causar una bajada en la presión arterial.
  • Consultar con un médico si la debilidad aumenta o está asociada con otros problemas de salud -sangrado, dolor de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho, falta de aliento-.

¿Ha sufrido de baja presión en el embarazo? ¿Cómo lo has solucionado?